"No se puede ganar a cualquier precio" © jmm caminero
Bajo, mi modesto punto de vista, la voluntad o el querer, tiene que ser buena voluntad, estar unidad al bien y a la bondad, y, tiene que ser verídica o verdadera voluntad, es decir, voluntad verdadera y verdadera voluntad.
El imperio de la voluntad sobre la verdad y el bien, creo que es uno de los orígenes del mal y de la maldad. Lo hemos visto y padecido en el siglo veinte.
Bajo, mi modesto punto de vista, la voluntad o el querer, tiene que ser buena voluntad, estar unidad al bien y a la bondad, y, tiene que ser verídica o verdadera voluntad, es decir, voluntad verdadera y verdadera voluntad. En definitiva, la voluntad-querer y la verdad-veracidad y, el bien (instrumental, ético-moral, espiritual) deben formar una unidad y una coherencia en el máximo grado posible, según el tema y la cuestión y la circunstancia, pero siempre el mayor bien y la mayor verdad y la mayor buena y verdadera voluntad.
No se puede ganar a cualquier precio, aplicado a cuestiones familiares, laborales, sociales, políticas, económicas, culturales, religiosas, artísticas, literarias, informativas, propagandísticas, etc. Y, hoy, creo que hemos caído en este error, ya en el siglo veinte, debido a influencias de filosofía que dieron un enorme valor, una hiperinflación del valor voluntad, del valor deseo, del valor del poder de la voluntad, y, todas las formas y maneras que se concretó y se conceptualizó?
Es fácil, poner y situar nombres, pero no lo voy a hacer. Deseo y quiero dejar este artículo, en un grado de indefinición de autores, nombres, acontecimientos, historias, realidades, que podría poner hasta la saciedad. Porque el siglo veinte, especialmente, la primera mitad, después continúo marchando en parte el resto del siglo, debido a la voluntad de determinadas ideologías, que miraban más bien, los fines que los medios, buscaban el fin y el medio podría ser utilizado cualquiera? Y, se llenó Eurasia, reitero Eurasia no solo Europa de campos de concentración y de trabajo y de exterminio o casi de exterminio o semiexterminio? bajo diversas banderas?
Una entidad equis, pongamos el caso de la política, podría ponerse cualquier cosa y cualquier idea y cualquier fin, en cualquier ámbito, desde la familia hasta el trabajo, la sociedad, la cultura, la economía. Pongamos el deporte, no se puede ganar la partida o el juego, sea individual o colectivo a cualquier precio. El otro individuo y el otro equipo, no es el enemigo, ni siquiera el adversario, es una parte de la sociedad, que está jugando ahora, un partido, sea del deporte que sea. Pero todo eso de ganar a cualquier precio, en definitiva, el triunfo de la voluntad, la adoración de la voluntad, el poder de la voluntad sin medida y sin armonía es un mal, es un mal grave. Esos lenguajes deportivos de la competitividad extrema, sin medida, que se utilizan muchas veces, en el deporte, no es propio del juego, ni del deporte, pero menos aún de la vida social en general, de los ámbitos familiares, culturales, políticos, económicos?
El querer-voluntad-deseo-pasión, y, todos los nombres afectivos y de la irracionalidad y arracionalidad, que conforman al ser humano, tiene que equilibrarse y armonizarse con el bien y los bienes, bienes instrumentales, bienes morales-éticos, bienes espirituales, y, desde luego, con la verdad-veracidad del tema o asunto. Por consecuencia, es simplemente, lo que ya descubrieron durante siglos, los trascendentales, o las tres realidades que forman y conforman una unidad en sí: la realidad o real preñado e injertado de verdad, bondad, buena voluntad. La voluntad por sí solo no es suficiente, sino que la voluntad tiene que ser dirigida o ayudada por el bien y la bondad en verdad y veracidad. Yo, añadiría con prudencia y equidad y libertad, otros tres grandes valores antiguos y nuevos, la prudencia del pensar y dirigir, la equidad de la justicia, la libertad como gran valor humano?
Sé, sé que es compatibilizar muchas realidades y muchos grandes valores. Pero después, en la vida diaria y rutinaria, aunque parezca una paradoja y una contradicción no es tanto. Todavía, personas y colectivos que estén educados y autoeducados en una buena conciencia moral y buena conciencia psicológica y una buena conciencia conceptual, no les resulta, no resulta tan difícil?
Hoy, como en la primera mitad del siglo veinte, se está hipervalorando la voluntad o la inflación de la voluntad o la hiperinflación de la voluntad ?el fin, a toda costa-, el ganar, el poder de la voluntad, sin valorar que la voluntad tiene que ser buena voluntad y verdadera voluntad ?la voluntad tiene que tener buen fin en sí, y, buenos instrumentos intermedios para obtener ese fin-.
Hoy, en política, veo indicios claros, puede que esté equivocado de la voluntad, de mirar y elevar demasiado la voluntad-querer sin armonizarlo con la verdad y el bien-bienes-bondad. Creo que esto es un enorme peligro. Creo que esto nos puede llevar a desfiladeros sin salida. Se aplique en la entidad social o realidad social que se aplique. Si se aplica en política, es enormemente peligroso, vean y estudien y analicen el siglo veinte, especialmente la primera mitad.
Nietzsche, que no podemos negar que estaba enfermo, aunque sea un gran escritor, pero no un gran pensador-filósofo. Nietzsche se equivocó gravemente en esto ?para ser un filósofo es necesario demostrar, no solo mostrar ideas-. Es, es modestamente mi opinión. Aviso a caminantes, aviso a aguadores, aviso a paseantes?
© jmm camineroículo ?No se puede ganar a cualquier precio?.
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