Dos iluminados en España Carlos Magdalena

Naturalmente que me refiero al señor Sánchez y el señor Puigdemont, ya que ambos por diferentes motivos quieren gobernar en Cataluña y en España. Se da la paradoja de que el iluminado Sánchez quiere manejar en Cataluña sus cosas y su alter ego Puigdemont quiere hacer lo propio en España con los siete votos que tiene y de ahí que algunos le llamemos "tuerce botas"

Se ha celebrado la Diada y el soufflé catalán se ha desinflado de forma muy sensible, apenas 100.000 independentistas de 7 millones de catalanes  han acudido a la calle a insultar unos al actual presidente de Cataluña y otros a pedir la independencia.

El resto de la población catalana pasa de los conflictos donde unos pocos les han metido con fórceps y sin estar de acuerdo con ellos.

Pasé unos cuantos años en Barcelona y entiendo al catalán de la calle que no quiere que sus cosas se administren desde Madrid. Todavía recuerdo cuando el puente de Molins de Rei  por una riada se cayó y las piedras quedaron amontonadas  en las orillas esperando recibir la orden desde el Ministerio de Bellas Artes de Madrid para su reposición y tenían cabreados a todos. Pero es que el independentismo, la cuota independentista catalana siempre existió y existirá como existe desde siempre la cuota comunista que ahora lidera la idílica Yolanda Díaz y parece que ahora está en auge porque para eso la Yoli se come a besos a Pedro el guapo y la Bego mira. Aunque siendo serios el líder comunista mejor considerado después de Carrillo, que fue un fenómeno, ha sido el califa de Cordova, Julio Anguila. Sigamos

En efecto, el soufflé catalán se ha desinflado como no podía ser de otra manera debido al hartazgo, y ahora el señor Sánchez actúa de pastelero mayor para recomponerlo porque interesa que esté siempre el pastel catalán a medio cocinar dado el oportunismo político. Mientras la mayoría de los catalanes y españoles miramos para otro lado porque estamos aburridos de los amaños del señor Sánchez y no sabemos cómo quitárnoslo de en medio juntamente con el delincuente señor Puigdemont.

La situación en España es grave porque  el problema que tiene España es que no se cumple el Sistema Jurídico, que está para cumplirse. Y lo peor de todo es que son los políticos los que deciden cuando debe de cumplirse y cuando no nuestro Ordenamiento Jurídico que modifican a su antojo con nuestros votos cautivos. Dar la amnistía a unos delincuentes es infringir nuestro sistema de convivencia y no sería un error más, sino el mayor de los cometidos por este señor que vive en la Moncloa y que aspira a seguir viviendo vitaliciamente sin hacer méritos ni habérselo ganado. Y esperemos que sean los propios socialistas los que le depongan a este iluminado pero el problema es que los que más le apoyan con los medios de comunicación subvencionados en "libertad" ayudados por los que tienen sillón y buen salario. 

Pero yo creo que el socialismo es algo más que el sillón y la nómina millonaria ¿O no? Veremos