Llega el Congreso Regional del Partido Popular de Cantabria

Todos, cuando perdió el Partido Popular de forma clamorosa en las últimas elecciones que dieron lugar al pacto PRC-PSOE, se plantearon la necesidad de un cambio. Nacho llegó a presentar su dimisión pero su entorno se lo impidió, tal vez quienes deberían de haber presentado la dimisión  era el entorno….

En cualquier país democrático,  menos en España, cuando se pierden las elecciones se pone a disposición del partido las actas, los cargos, se producen dimisiones etc. y se convoca de forma inmediata un Congreso y se designa un sucesor.
En España no ocurre lo anterior y en Cantabria mucho menos, pero no solo en el PP en cualquier partido. Me dirán que la situación en España fue atípica porque no había gobierno en el país y al no haber gobierno pues tampoco había congresos del partido ganador porque estaban a la espera de la formación de un gobierno para España.

Una vez determinado que Rajoy sigue y Cospedal también (con dos cargos, de secretaría y Ministra) se producirán los congresos y en lo que se refiere a Cantabria sin duda se empezará a pensar y a retomar cómo quedaron las elecciones y lo que se dijo en aquellas fechas. Lo que se dijo en aquellas fechas fue que procedía un cambio total   en la dirección del Partido Popular y que otro grupo, otros militantes, se hiciesen cargo de la dirección. Dicen que el tiempo todo lo cura, todo lo suaviza, y puede producirse el hecho de que la dirección del Partido Popular, salvo ligeras remociones, siga igual una vez celebrado el Congreso. Como mucho se espera un pequeño lavado de imagen: tú no serás la secretaria Maria José, tu Blanca si, el otro no,  tú no te presentas de candidato al gobierno de Cantabria pero sigues de presidente, o ya veremos después, o sigues de presidente y sigues de candidato etc. Sí se han soltado algunas liebres telefónicas, una llamadita por aquí, un cuchicheo por allá, puro wasseo anónimo siglo XXI con el famoso, “no se lo digas a nadie” o “yo no te lo he dicho”, puro santanderinismo de la vieja escuela provinciana para ver si existe seguidismo, y podemos decir que de momento no. Luego Diego sigue siendo el más potente ganador junto a su alter ego Buruaga.

Movellan, joven él, espera su oportunidad desde Madrid  en el Senado. De la Serna está de Ministro y como poco aspirará a ser presidente de España y no de Cantabria, que también, luego solo oteo un páramo desértico de “personajes” salvo algún conejo despistao mixomatósico. En efecto el Partido Popular de Cantabria precisa de un cambio pero para que se produzca un cambio los que piden el cambio tienen que dar la cara y decir algo en alto y en el lugar indicado porque de no ser así mejor  que estén o sigan callados, con el waseo, silentes o lo cuenten en los bares con un par de copas. Uno que sí ha dado la cara y se mueve aglutinando voluntades es el ex alcalde de Riotuerto, Cuadrado.
Lo que debería de suceder a tenor de los antecedentes electorales, que sin duda no sucederá, es que un grupo potente de militantes adopte la decisión del cambio y se consensué un candidato y se remuevan todos los cargos habidos hasta la fecha.Y esto lo digo sin animo de nada, por pura cultura democrática y de quemar etapas. Pero eso no sucede en la democracia de este país. Lo que les quiero decir a mis amigos de la boina es que el culebrón del Partido Popular y de su Congreso acaba de empezar aunque considero que habrá poco culebrón salvo alguna -puñalada trapera- de los que quieren seguir para completar los años de cotización para la jubilación y siempre desde el circulo del líder Diego al que quieren descabalgar con sonrisas y conveniencias los “propios”.