Costumbres de Zapatero

Zapatero fue un mal estudiante de Derecho.

Zapatero no iba habitualmente a clase.

Zapatero formó su carácter, aprendió sus hábitos de vida y sus marrullerías en el bar.

Zapatero iba al bar Puerto Chico de León, calle José Antonio (hoy Gran vía de san Marcos), esquina Lucas de Tuy.

Zapatero iba al bar Puerto Chico, que ahora no existe, tal vez porque por donde pasa él, o lo que él toca, queda tocado o destrozado. Tal vez. Donde estaba el bar Puerto Chico hoy hay una Chocolatería. Pero para chocolate el que él nos trae a España. Chocolate y fango y bombas de ETA y muertes por las bombas de ETA.

Yo compadezco a su padre. Seguro que su padre, que es un hombre de orden, según mis informantes, sufría con su hijo, mal estudiante. Seguro que sufría sabiendo que su hijo, en lugar de la Facultad, frecuentaba el “cafelito”, “el caldito caliente”, “el vinito” y pontificaba con los colegas y habituales sobre una izquierda utópica, sobre un socialismo de taberna, sobre una revolución pendiente para reivindicar la figura de un su abuelo que ganara una batalla a los mineros asturianos.

Yo compadezco a su padre porque seguro que no sabía que su hijo tenía como uno de sus deportes favoritos el pasear por Ordoño II con un ejemplar del Contrato social de Rousseau porque quedaba “chic” y porque proclamaba a los cuatro vientos y particularmente a la sociedad provinciana y desocupada de León que él tenía la determinación de vengar a su abuelo, un abuelo que, como masón, firmaba con el nombre de Rousseau, pero escrito con una sola “s”.

Yo me imagino la herida que sintió su padre, que se le abría el día en que su hijo (ZP) cumplía la mayoría de edad y anunció en casa que se apuntaba de socialista. Sé que fue uno de los peores días de su padre. Sé que se le abrió una herida en el corazón. No sé, pero es lógico pensarlo, que por eso ZP ahora lleva de compras a Londres a su suegra y no a sus padres. ZP con su suegra, mientras su padre estará pensando que su hijo es un jugador que ha perdido España en la partida con los nacionalistas, que ha perdido ríos de sangre porque han ganado los de ETA y la exigen.

Me imagino que su padre, que es un hombre de orden, sufre sabiendo a su hijo entregado al proyecto populista de Evo Morales.

Me imagino que su padre, que es un hombre de orden, no entiende cómo su hijo es el apoyo moral de Castro y por ello de la existencia de las cárceles, de los presos políticos, de la mordaza ideológica…

Sospecho que su padre teme por su hijo.

Sospecho que su padre sabe que su hijo va de “farol”. Porque su padre sabe que su hijo tiene la copa vacía y la cabeza vacía y que “El contrato social” es sólo adorno.

Sospecho que su padre mire a ver qué países en el mundo hay con más garantías para su hijo el día que éste salga o tenga que salir de España. Tal vez Puerto Rico, porque el pasado es premonitorio en ZP.

Sospecho que su padre teme por su hijo.

Sospecho que su padre se desgarra cuando ve que o España o ZP.