Noticias de Cantabria
Vela 10-11-2019 15:38

Tardía decisión en la suspensión de la tirada del Crucero santanderino

Chiqui.- Esto ocasionó que las tripulaciones que salieron a la mar en la tarde del sábado para tomar parte en la tirada del crucero estuviesen sufriendo las fuertes rachas que azotaban a la bahía, que les castigaron duramente, tanto a las embarcaciones como a sus tripulaciones, en particular a las de menor eslora, durante el tiempo que se tardó en decretar la suspensión.

Hoy con el parte previsto para la jornada del sábado, en el que coincidían todos los medios, que preveía vientos del NW con rachas que superarían los 37 nudos, lo que tocaba para esta tirada era un aplazamiento en tierra a la espera de cómo se desarrollase la tarde, pero lo que no tocaba, de ninguna manera, era el dejar salir a la mar a los participantes, como ha sucedido en la jornada de ayer.

Cuando los cruceros comenzaron a salir de Puerto Chico para dirigirse a la salida frente al Club, las rachas ya superaban los 30 nudos, en estas condiciones infernales, los pocos cruceros que habían salido para tomar parte en la jornada, estuvieron soportando por más de media hora las fuertes rachas que les entraban, sin que, desde el Comité se levantase nada más que la bandera del recorrido, el nº 8 del programa, al que en todas la balizas del mismo hay que trabuchar, (eso para facilitar a los participantes esa “fácil maniobra” con vientos de más de 30 nudos) y la bandera que obligaba a llevar puestos los chalecos salvavidas.

Cuando ya se habían pasado algunos minutos para comenzar con el procedimiento para la salida, el comité izo la bandera N con lo que la prueba fue suspendida.

A duras penas, los tres barcos que se habían hecho a la mar, comenzaron a arriar la Mayor, lo que las fuertes escoradas que les provocaban las rachas de más de 32 nudos hacían complicada, y arriesgada, la operación, dejando claro el descontrol que hay en la flota de Crucero del Club.

En estas duras condiciones de viento, quedo patente la necesidad imperiosa de que a los cruceros les convoye una lancha de salvamento para ayudar en los posibles problemas que los participantes pudieran tener durante el transcurso de las regatas.

Cuando uno de los participantes navegaba a motor en demanda de la Puerto Chico con sus velas arriadas, sufrió una avería en el motor quedándose al garete, teniendo que solicitar por radio ayuda a la organización para que le remolcasen al interior del Puerto.

Inmediatamente el visor de los J80 que estaba en los arenales midiendo la intensidad del viento para la regata de J80, acudió en ayuda de la embarcación accidentada, que se encontraba a la deriva.

El único tripulante de la embarcación que acudió en ayuda del crucero accidentado, se encontró que no tenía un cabo suficientemente largo para dar el remolque por su popa. Con lo que no le quedó otro remedio que hacer el remolque marcha atrás con el cabo hacho firme en su proa. Por lo que en un principio, y debido a la fuertes rachas de viento no era capaz de acercarse a la entrada del puerto, con lo que acudió otra embarcación de la organización, esta vez con dos tripulantes a bordo.

Entre las dos embarcaciones consiguieron meter al crucero en Puerto Chico y llevarle hasta su puesto de atraque.

 

 

Desde aquí, todas las felicitaciones al Patrón y único tripulante de la embarcación que hacía de Visor, que acudió rápidamente en ayuda de la embarcación accidentada, y con sus escasos medios evito su pérdida, así como también a los otros dos miembros del Club que acudieron con otra zodiac para ayudar al primero, los que todos pusieron su máximo empeño y profesionalidad para llevar a buen término el salvamento de la embarcación accidentada y de su tripulación.

 

 

Reclamando a la Organización que la Clase Crucero cuente con salvamento y que estas embarcaciones de salvamento que participen en las regatas, estén dotados de todos los elementos necesarios para poder realizar su cometido, pero que sobre todo, que estas estén tripuladas, como mínimo, por el número de personas a los que obliga el reglamento de competidores de la RFEV que es de dos, siendo deseable que fuesen tres como obliga el RD 62/2008, ello con el fin de solventar eficientemente los problemas que puedan presentarse en el desarrollo de un regata, y que no sea el esfuerzo de una sola persona, que no puede controlar todos los que le surjan, (máxime cuando el salvamento hay que hacerle con vientos de más de 30 nudos) la que cargue con la seguridad de los participantes, ocupándose del control de todos los elementos, lo que resulta completamente imposible, poniéndole a esta persona, además, en una situación inadmisible.

 

 

 

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