Sanidad espera aumentar al 65% la vacunación de la gripe en mayores de 65 y al 40% en embarazadas

   El Ministerio de Sanidad se ha marcado como objetivo en esta campaña de la gripe aumentar la tasa de vacunación hasta el 65% en el grupo de riesgo de mayores de 65 años en esta campaña 2019-2020, en la que también se quiere lograr un 40% en el colectivo de mujeres embarazadas.

   Así lo ha señalado este lunes la ministra de Sanidad en funciones, Luisa Carcedo, que ha presentado en Santander la campaña de vacunación de la gripe, que comienza hoy en todo el territorio nacional y para la que se han adquirido, mediante compra centralizada, tres millones de dosis, de ellas más de 130.000 para Cantabria.

   Aunque la tasa de cobertura española está "muy por encima de la media europea" en la tasa de vacunación de la gripe --en España del 56% de media y en Europa del 44%--, Carcedo cree que "hay mucho margen de mejora" para lograr el objetivo del 75% que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS).

   "Podemos y debemos subir la nota, tenemos más margen de mejora y, por ello, hay que insistir en la vacunación de los grupos de riesgo para esta temporada 2019-2020", ha dicho la ministra en funciones, que ha recordado que la vacuna "es un virus inactivo y por tanto no provoca la gripe" pero si contribuye a su menor trasmisión.

   Ha recordado que los grupos de riesgo son los mayores de 65 años, en el que el pasado año se alcanzó un cobertura de 55% y el objetivo es aumentarla hasta el 65% y, por ello este colectivo centra la campaña nacional de vacunación que se desarrolla bajo el lema `Frente a la gripe vacúnate, sobran los motivos`.

   Otro grupo de riesgo son los niños desde los seis meses a los dos años, adultos con enfermedades crónicas, personas que viven internas en centros penitenciarios o residencias y mujeres embarazadas. Entre estos, Carcedo ha hecho hincapié en las embarazadas porque "son un grupo prioritario" y hay que "aumentar la conciencia de vacunación porque aún es baja".

   Así, la tasa de cobertura en embarazadas en la temporada 2018-2019 fue del 38,5% y el Ministerio de Sanidad quiere que en esta nueva campaña aumente hasta el 40%. "Insistir en que éste es un cuidado más durante el embarazo, no supone ningún riesgo sino al revés porque da cobertura a la mujer y al feto y al bebé durante sus primeros meses de vida", ha enfatizado.

  LLAMA A LOS SANITARIOS A VACUNARSE

   Otros de los grupos de riesgo son los profesionales sanitarios, de residencias geriátricas o cuidadores de personas mayores o enfermas porque "pueden transmitir la gripe a quienes tienen alto riesgo de sufrir complicaciones".

   En este punto, ha llamado a la "responsabilidad de los profesionales sanitarios" por estar "más en contacto con los virus" y con los pacientes propensos a tener complicaciones, así como "por ser agentes clave en la confianza en las vacunas".

   El cuarto grupo al que se recomienda la vacunación son los trabajadores de servicios públicos, como los policías, guardias civiles, personal de emergencias o bomberos, trabajadores de instituciones penitenciarias y a quienes están en contacto directo con aves o cerdos para "reducir imposibilidad de intercambio genético con los virus aviar o porcino".

   Sanidad quiere fomentar la vacunación de la gripe entre todos los grupos para paliar lo que ocurre temporada tras temporada con miles de ingresos, algunos en la UCI, y muchos fallecimientos. En este punto, ha recordado que en la temporada 2018-2019 se produjeron 35.300 ingresos por la gripe, de ello 2.500 en la UCI, y fallecieron 6.300 personas por complicaciones de esta enfermedad.

   A su juicio, estas cifras han de concienciar sobre la necesidad de vacunarse. "La vacunación es un bien social común que nos protege a todos, especialmente a los grupos de personas que por distintas razones no pueden ser vacunadas", ha dicho Carcedo, que ha apelado a no considerar la gripe "como algo banal, porque es un importante problema de salud".

   La ministra de Sanidad en funciones ha participado en la presentación de la campaña de la vacuna de la gripe en Cantabria, que ha tenido lugar en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla con un acto en el que también han intervenido el vicepresidente regional, Pablo Zuloaga; el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez; y la directora general de Salud Pública, Paloma Navas.

  MÁS DE 130.000 DOSIS PARA CANTABRIA

   El consejero de Sanidad ha indicado que, para esta temporada, Cantabria ha adquirido más de 130.000 dosis de la vacuna de la gripe, con una inversión de más de 400.000 euros, y ha confiado en que "se consuman todas" las vacunas porque "es el método más eficaz para prevenir esta enfermedad y sus posibles complicaciones".

   En la comunidad autónoma, la tasa de cobertura en la temporada 2018-2019 fue ligeramente inferior a la media nacional (55%) y alcanzó el 52% y, entre el personal sanitario, la vacunación fue del 37% de media en la región (el 31% en trabajadores del Hospital Valdecilla, el 39% en el de Sierrallana, el 45% en el de Laredo y el 40% en Atención Primaria).

   Ha recordado que en Cantabria la vacunación en mayor que en otras comunidades ya que el grupo de riesgo de personas mayores es a partir de los 60 años y no de los 65. A esto también se ha referido el vicepresidente regional en su intervención, en la que ha destacado el "especial esfuerzo" que hace la comunidad autónoma para bajar la edad de vacunación en ese colectivo, y ha abogado por "trabajar para ganar el debate frente a las pseudoterapias que dicen que vacunarse no es tan bueno".

   En Cantabria, la campaña para fomentar la vacunación de la gripe se desarrolla bajo el lema `Frente a la gripe, que no te la peguen, vacúnate` y se ha elaborado un spot de televisión para su difusión e entre la población.

   Además de proyectarse el spot, el consejero ha realizado algunas recomendaciones sobre la gripe. Así, además de la vacuna, ha indicado que no hay que tomar antibióticos y solo antitérmicos, lavarse las manos varias veces al día con agua y jabón y, cuando se vaya a estornudar, nunca taparse con la mano a pesar de ser el gesto habitual por educación, sino hacerlo con un pañuelo o el pliegue del codo.