La ecografía usada para desencadenar la liberación de insulina en ratones, prometedora para tratar la diabetes
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica a la diabetes tipo 2 entre las causas de muerte más comunes en el mundo. Los tratamientos actuales pueden ayudar al cuerpo a usar la insulina en varias etapas de la enfermedad, pero también pueden ser costosos y someter a los pacientes a regímenes de medicamentos de por vida y efectos secundarios. Gracias a la nueva tecnología de ultrasonido terapéutico, una alternativa prometedora busca remodelar la forma en que se maneja la diabetes tipo 2.
El equipo presentará sus hallazgos en la 177ª Reunión de la Sociedad de Acústica Americana, que se celebra hasta este viernes en la Casa Galt, en Louisville, Kentucky, Estados Unidos. "Nuestro trabajo es un primer paso importante para estimular el tejido endocrino", afirma la autora del artículo, Tania Singh. Aunque el ultrasonido se ha usado tradicionalmente como una herramienta de diagnóstico, como durante el embarazo, los avances han llevado a su uso para terapias que van desde cálculos renales hasta ensayos recientes para la enfermedad de Parkinson.
Esta es la primera vez que se explora el ultrasonido como una forma de tratar la diabetes, según los autores. A medida que aumentan los niveles de azúcar en la sangre, las células especializadas en el páncreas llamadas células beta elevan la producción de insulina para contrarrestar los niveles de azúcar más altos de lo esperado. Al comienzo de la patología, las células beta pueden abrumarse y puede acumularse la insulina en su interior.
Para evitar que esta acumulación destruya las células beta y empeore la enfermedad, los medicamentos pueden ayudar a las células beta enfermas a liberar insulina. Son estos fármacos los que Singh y su grupo esperan imitar con ultrasonido, sin efectos secundarios.
Las muestras de sangre de los ratones mostraron incrementos significativos en los niveles de insulina después de recibir la terapia ultrasónica. Un examen más profundo aún tiene que encontrar cualquier daño hecho al páncreas o a los órganos circundantes por ultrasonido. "El páncreas tiene una serie de otras funciones además de producir insulina, incluida la liberación de hormonas antagonistas y enzimas digestivas --dice Singh--. Es algo que esperamos ver en el futuro".
Curiosamente, mientras el equipo notó un aumento en la insulina, no vieron la correspondiente caída en los niveles de glucosa que uno podría esperar. Esto es algo que Singh espera investigar más a fondo. También quiere ampliar sus estudios a animales más grandes y algún día desarrollar un dispositivo que pueda funcionar sin problemas con monitores de glucosa.
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