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Salud. 23-07-2019 07:30

Identificados en ratones genes vinculados a la muerte por sepsis

Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis (Estados Unidos) han encontrado en un estudio en ratones un conjunto de genes que ayudan a las células a sobrevivir a la exposición a las citoquinas, que se liberan por las defensas del cuerpo para combatir una infección que pueden estar relacionados con la muerte por sepsis.

   Los genes están involucrados en la eliminación de desechos celulares, un proceso conocido como autofagia. Los ratones que carecen de genes de autofagia clave tienen más probabilidades de morir de sepsis, según el estudio. Los hallazgos plantean la posibilidad de que mejorar la autofagia podría conducir potencialmente a tratamientos para la afección mortal.

   La sepsis es una afección potencialmente mortal que ocurre cuando la respuesta inmune del cuerpo a la infección se sale de control. Las bacterias en el torrente sanguíneo provocan que las células inmunitarias liberen moléculas poderosas llamadas citoquinas para activar rápidamente las defensas del cuerpo. A veces la respuesta es exagerada, creando una llamada "tormenta de citoquinas" que en casos severos puede llevar al fallo multiorgánico y la muerte.

   "Cuando reconocemos los signos de sepsis en los pacientes, recetamos antibióticos y líquidos, pero carecemos de terapias para proteger a los pacientes de los efectos directos de la tormenta de citoquinas", explica este lunes en la revista \'Proceedings of the National Academy of Sciences\' el primer autor Anthony Orvedahl, instructor de enfermedades infecciosas pediátricas".

   "Nuestra investigación indica que si pudiéramos modular los niveles de autofagia en las células, podríamos promover la supervivencia celular y la resistencia a la tormenta de citoquinas, que en última instancia puede ayudar a las personas a sobrevivir a la sepsis", añade.

   La sepsis es una emergencia médica e incluso con atención médica inmediata, ya que aproximadamente el 15 por ciento de las personas no sobrevive, mientras que muchos sobrevivientes experimentan complicaciones prolongadas. Los investigadores han descubierto ahora qué protege a las células de la muerte durante una tormenta de citoquinas.

   Analizaron los efectos del interferón gamma, una citoquina que activa la capacidad de las células inmunitarias para matar las bacterias, pero también puede desencadenar la muerte celular.

   Al inactivar sistemáticamente un gen a la vez de las células inmunitarias en un plato de laboratorio antes de tratarlos con interferón gamma, los investigadores descubrieron que las células necesitan un complemento completo de genes de autofagia para sobrevivir a la exposición a la potente citoquina. Otros experimentos revelaron que una segunda citoquina, llamada factor de necrosis tumoral, también era crítica para la muerte celular acelerada en este sistema.

   "La autofagia es como limpiar la casa, deshacerse de toda la basura dentro de la célula --explica Orvedahl--. Si las cosas no deseadas comienzan a acumularse a través de un defecto en este sistema de reciclaje, es como un polvorín que espera una chispa. Todavía no sabemos exactamente el material involucrado, pero creemos que algo se acumula y hace que las células sean más vulnerables a morir cuando encuentran estas citoquinas inflamatorias".

   La importancia de la autofagia en la supervivencia celular sugiere que el proceso también puede ser crucial para la supervivencia de los animales y las personas en medio de una tormenta de citoquinas. Para averiguarlo, los investigadores estudiaron cuatro cepas de ratones modificados genéticamente que carecían de uno de los cuatro genes de autofagia en sus células inmunitarias, así como ratones con genes de autofagia intactos.

   Inyectaron a ratones con factor de necrosis tumoral, que se cree que provoca la tormenta de citoquinas en las personas. Aquellos cuyos sistemas de autofagia estaban paralizados por la ausencia de genes de autofagia importantes enfermaron más rápido y tenían más probabilidades de morir.

   Los compuestos químicos que mejoran o bloquean la autofagia ya están siendo estudiados por investigadores centrados en el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y otras afecciones. Las terapias que suprimen la autofagia pueden aumentar el riesgo de sepsis, asegura Orvedahl. Además, advierte de que se necesita más investigación antes de que los médicos puedan evaluar si aumentar la autofagia es una estrategia viable para tratar la sepsis.

   "No podemos decir con seguridad que la activación de la autofagia sea protectora --puntualiza Orvedahl--. Acabamos de demostrar que si los ratones carecen de autofagia, están más enfermos y tienen más probabilidades de morir. Pero creemos que una mejor comprensión de estos procesos podría llevar a objetivos atractivos para desarrollar formas más efectivas de tratar la sepsis".

  

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