Noticias de Cantabria
Opinión 20-09-2019 10:28

Y al final parió…. ¡Un ratón!, por Pedro Arce Díez

Supongo que no existan muchos ingenuos que desconozcan que el paripé de los últimos meses nos iba a llevar a nuevas elecciones; nadie ha pestañeado para buscar algún tipo de entendimiento y menos el actual presidente en funciones, Pedro Sánchez, que desea ardientemente una nueva confrontación electoral, impulsado por las encuestas que le hace su gurú del CIS, un tal Tezanos, que le pronostica que puede engullir a Podemos y dar un buen mordisco a

Aunque ya sabemos que los referendums y las elecciones “los carga el diablo” y puede pasar de todo, especialmente por el hartazgo que ya muestran los electores, cansados de ir cuatro veces en los últimos cuatro años a las urnas para seguir teniendo gobiernos provisionales, en funciones y con el país en un proceso de dejadez manifiesta.

Y no olvidemos que se barruntan en el horizonte nubarrones que nos pueden dejar calados y bien calados; el primer frente nuboso nos está trayendo una peligrosa deriva en los indicadores económicos, con la ralentización de la creación de empleo, la contención del consumo y, por ende, la disminución de la oferta productiva que nos puede llevar a más paro y a la precarización del bienestar, por mucho que se intente paliar aumentando el déficit que esperemos paguen nuestros hijos o nietos…

Y los vientos de dentro y de fuera soplan huracanados, con el tema de Cataluña esperando una sentencia, judicial o política, que no va a gustar a nadie; y si alzamos la cabeza por encima de los Pirineos, Europa se encuentra dentro de una tormenta perfecta, donde se pone en tela de juicio hasta su propia existencia, con el Brexit británico de Johnson desbocado; y los principales líderes mundiales enloqueciendo y generando conflictos, ya sea en las relaciones comerciales, en la subida de la temperatura bélica del golfo Pérsico o en cualquier parte del mundo donde meten la cuchara, comportándose como un elefante en una cacharrería.

¡Noooo! No vamos por buen camino y muchos ciudadanos no son conscientes de los peligros que nos acechan, porque ven el celaje con el corazón y no con la razón. Y no van a cejar en el empeño, aunque se calen hasta los huesos y este país entre en una zozobra difícil de gobernar. Y después no vale quejarse.

Porque la actual situación, con la endiablada aritmética electoral, la hemos provocado nosotros cuando depositamos la papeleta en la urna; y es muy probable que volvamos a reincidir en la misma piedra y la situación no solo no mejore, sino que empeore. Algunos me dirán que, con otros candidatos menos cansinos, podríamos tomar una mejor decisión; que, si hubiera una segunda vuelta, no pasaría esto… ¡Todo lo que quieran! Tenemos que jugar con las cartas que están encima de la mesa, con estas reglas electorales, con los mismos candidatos que en la primavera pasada, que a pocos ilusionaban, y con todo lo que no queramos…

Así que nos espera otra campaña electoral cansina, las mismas caras en los carteles y folletos que llenarán nuestros buzones; las mismas promesas electorales para no cumplirlas; la parafernalia de los debates televisados, con sus debates previos de quienes participan, cómo y dónde; la manipulación de las redes sociales, el embobamiento del personal y el hastío y cansancio de muchos para seguir en la cama el próximo domingo 10 de noviembre y pasar de ir a votar, tal como ya me han dicho muchas personas.

Pero, ¡No nos engañemos! Ahora el mango de la sartén la tenemos los ciudadanos y en un país democrático como España, salvo en Cataluña y País Vasco donde no existe auténtica libertad para presentarse ni votar sin que te señalen, somos nosotros quienes deberemos configurar el nuevo Congreso (algunos hasta quieren que sea “Congresa”) de los Diputados que se afane en elegir al mejor presidente del Gobierno y trabaje en las funciones que le son propias de controlar al Gobierno y sacar adelante todas las iniciativas legislativas que contribuyan a modernizar y estructurar la sociedad española. ¡Las discusiones bizantinas y las poses ya sabemos a dónde nos llevan!

¿Queremos la mejor España, la España del desarrollo y del progreso, para competir con los demás países, generar riqueza, disminuir el paro y ofrecer a nuestros hijos paz y prosperidad?...

 

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Comentarios(1):

Manuel Rodríguez Diéguez - 22-09-2019

Y Pedro Sánchez utiliza los dineros públicos de nuestros impuestos para hacer campaña electoral y algunos aún le aplauden. Y respecto a los indicadores económicos, cada día podemos observar cómo despuntan aspectos nada positivos: más parados, empleo más precario que nunca, más impuestos, más violencia machista y doméstica, más cargos públicos con sueldos más elevados, más contratos a familiares de los dirigentes del PSOE, más utilización de los medios públicos por los responsables políticos de izquierdas, y suma y sigue. De auténtica vergüenza, aunque aún les seguirán votando.