Pobrecito Matas
Sin apenas haberle dado tiempo para sus propias condolencias y lamentaciones, el ex presidente balear ha visto que pasaba a ser "plato de segunda mesa" por la aparición en escena del sumario Gürtel. Pero Jaume Matas se está esforzando en no pasar inadvertido y mucho menos olvidado y está reaccionando ante los medios con una actitud que no se observa en otros implicados.
Matas, sobre todo, ha dispuesto de hora y media de emisión de "su" televisión balear en la que se ha despachado a gusto: "Me han destrozado el futuro, me han hecho mucho daño y me he quedado sin trabajo". Así resumía su situación el ex presidente balear y ex ministro, Jaume Matas -ex militante del PP-, en una entrevista que se emitió en hora punta. "Mi juicio ya está hecho sin haber sido juzgado", agregó. "No soy culpable de nada, soy absolutamente inocente", reiteró Matas. "No tengo nada que ocultar", dijo Matas, quien habló para defenderse y exculparse el mismo día que evitó entrar en la cárcel tras abonar tres millones de fianza personal impuesta por el juez José Castro, que le imputó siete delitos de corrupción por el caso Palma Arena: falsedad en documento oficial, prevaricación administrativa, fraude a la Administración, siete figuras de malversación de caudales públicos, blanqueo de capitales y delito electoral.
Dijo también Matas, a lo largo de la conversación: "Han violado mi intimidad y privacidad" a lo largo del año y medio de investigación sobre mi patrimonio. Un "problema de mi familia" fue la definición que dio, por tres veces, al hecho de haber cobrado una parte de un alquiler de un comercio de Palma sin declararlo al fisco, pero aseguró que en ningún caso es un delito el manejo de esa parte de dinero opaco en metálico. Esta es, aseguró, una "batalla de un proceso judicial" para demostrar su inocencia. Detalló su versión sobre su patrimonio, cuentas, ingresos, gastos y compras, para negar las acusaciones de la fiscalía y "del sargento de la Guardia Civil". Las joyas de su mujer eran regalos por el 50 aniversario de ambos. Los zapatos y las colecciones de vinos son inventos. Consideró que era "ridículo y fuera de toda credibilidad" la acusación formulada por un ex ejecutivo de la productora de José Luis Moreno de que cobró 250.000 euros de soborno. "No soy político y no quiero saber nada de la política", indicó Matas, que proclamó "que son tergiversaciones, calumnias y elucubraciones" gran parte de las cosas que se han publicado, o las imputaciones que se le formulan. Pidió disculpas "a las personas a las que han molestado porque se relacionaron conmigo".
En el caso de que fuera considerado culpable por un tribunal, Jaume Matas podría ser condenado a penas de 24 años de cárcel. El ex presidente, en línea con la tesis defensiva, negó haber intentado fabricar pruebas o manipular a testigos. "Intentamos ayudar a esa gente", detalló sobre un episodio protagonizado por su mujer, que, acompañada de una detective, intentó grabar una confesión de un supuesto pagador en dinero B. Matas se preguntó si existía "alguien" que pueda tener interés en hacer "sentencias sin juicio" y en "arruinarlo", para agregar de inmediato que "ésta no ha sido la voluntad del juez". Cuando se le comentó su llamada al fiscal jefe de Baleares, Tomeu Barceló, manifestó que quiso tratar de contar con alguien "ecuánime", más imparcial y con menos animadversión, durante su declaración ante el juez.
Acerca del caso Palma Arena, razonó las intenciones políticas de la construcción del velódromo y dijo que en todos los proyectos hay desvíos de los presupuestos. "No tomé ni una sola decisión administrativa, porque el presidente toma decisiones políticas. Y siempre lo hice dentro de la legalidad". Matas también descartó que se diera la supuesta financiación irregular del PP balear en 2007. Se desmarcó de este modo: "Las campañas electorales no las llevan los candidatos de ningún partido, porque los candidatos están para otras historias. Las facturas se han pagado, en negro dicen, pero se han pagado. Si se hubiera dado el caso de financiación del PP que denuncian, la agencia habría regalado la publicidad". Se quejó también de su situación laboral: "La verdad es que es una situación muy difícil. No tenía planificado que me quitasen el trabajo sin hacer nada", y se quejó de que las medidas cautelares impuestas por el juez (la fianza, la prohibición de salir de España y la obligación de comparecer cada 15 días en un juzgado) han supuesto un "trastorno irreparable" a su vida, ya que residía y trabajaba en Estados Unidos. "Me he quedado sin trabajo. No sólo es la fianza, yo estaba trabajando, a eso me dedicaba, tenía un muy buen contrato en una compañía americana", dijo Matas, que se mudó a EEUU en 2007, cuando se retiró de la política tras perder el PP el Gobierno de las islas.
Tras haber aparecido, como lo describió el juez, "para reírse de los simples mortales", Matas vuelve a la difícil realidad, sin empleo, sin recursos y con la amenaza de pasar unos cuantos años en prisión, cuando se produzca el juicio.
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