Pérez-Reverte dice que a Santander le falta una novela sobre la decadencia de la burguesía

   Poco después, ha hecho lo propio con el público en la que es su última visita en España de estas giras “duras y largas, pero necesarias, porque “un escritor sin lectores no es nada”, y es importante saber lo que piensan”, afirma el cartagenero.

   Para la presentación a la sociedad santanderina, la Obra Social de Caja Cantabria se ha visto obligada a recurrir a la sala del Teatro CASYC, un espacio de mayor aforo que el Aula en el que habitualmente se desarrollan los actos de la Tribuna Literaria. El presidente de la Obra Social de Caja Cantabria, Francisco Fernández Argüeso, agradeció al escritor su presencia "por inculcar a los jóvenes el amor por la lectura" y por "regalar a los aficionados a la lectura conocimiento e imaginación", algo que queda patente en la cantidad de lectores que tiene "un escritor especial, diferente, único".

   Arturo Pérez-Reverte ha hablado de cómo es el proceso creativo y laboral meramente para desarrollar una novela como la que le ha traído a Santander. Para él, “al lector hay que dejarle todo muy bien atado para que lea tranquilo y sereno, no se le debe obligar a construir a él el libro”. De hecho, el afamado autor ha insistido en la gran cantidad de tiempo que le lleva hacer ese proceso para que el receptor de su obra disfrute con ella. “La creatividad sin trabajo no sirve para mucho en este mundo”, apostilló.

   El autor se muestra satisfecho con su nueva obra ya que es una novela muy completa con personajes complejos y muchas tramas (espionaje, aventuras, amor folletinesco) lo que le ha permitido vaciarse un poco de ideas, algo que le alivia ya que le sobran los temas, pero le falta tiempo y, a su edad, teme no poder escribir todas las historias que viajan con él.

  Afirma que ha sido un trabajo "complejo", para el que se ha visto obligado a documentarse sobre climatologçia, taxidermia, balística, geografía e historia de la Guerra de la Independencia.   

   Pérez-Reverte comentó que le encantaría "escribir una novela folletinesca, con una acaudalada burguesa enamorándose del jardinero". Algo que se podría relacionar con la novela sobre "El Gatopardo de Santander" que el autor cree que le falta a la ciudad, algo que ya ha hablado con Álvaro Pombo, compañero suyo en la RAE, para que sea él, "que es de aquí", el que la escriba.

   Una de las preguntas fue hacia la vertiente cinematográfica que han tomado bastantes de sus creaciones literarias. Según él, “las ha habido mejores y peores". Sin querer entrar en valoraciones -"aunque la Tabla de Flandes es la peor con diferencia, es casi para partirle las piernas al director (risas)”- el autor deja claro que, aunque se basen en sus novelas y ayude en lo que puede, la película resultante no es más que la visión de un lector que se convierte en director. Así, el periodista de guerra quiso desmarcarse de la idea de que construye para el cine: “Yo escribo libros, aunque cuando me piden ayuda para la promoción de las películas procuro darla, pero que quede claro que el libro es el libro y la película es la película”. De entre todas ellas, “una de las que más me ha gustado es El maestro de esgrima, y también la Novena Puerta, de Polanski”. Como adelanto, Pérez-Reverte comentó que ya le habían hecho ofertas para llevar al cine “El Asedio”, a pesar de que se ha publicado hace poco más de un mes.

   Otra cuestión se centró en su pasado periodista y en si lo echaba de menos. Sobre esto, su respuesta fue tajante: “No”, ya que el periodismo que él ejercía está muerto. Explicó que “los teléfonos móviles han acabado con el periodismo”. En su época de reportero de guerra, que le llevó a cubrir conflictos armados en todo el mundo, “las maneras de hacer las cosas eran muy diferentes a las de ahora”. “De eso me di cuenta en la primera Guerra del Golfo, en que los tiempos estaban cambiando y que ya era algo que me atraía, aunque aguanté tres años más”, comentó Pérez-Reverte. Para él, el periodismo actual es “el del ciudadano de infantería”, como él lo ha dado en llamar, “ya que cualquier cosa que pasa en cualquier lugar del mundo está en internet en media hora con imágenes y todo”. Ahora, para el académico, “los periodistas están en los hoteles y sólo se encargan de recoger lo que graba la gente, que no está mal y lo hacen bien, pero eso no me gusta”.

   Por último, habló de su nuevo proyecto, “El puente de los asesinos” que será la continuación prometida de la saga de su personaje Alatriste, al que se refirió como “algo que me sirve para relajarme, para eliminar toxinas después de un proceso tan duro como el de la última novela”.