Pablo Crespo colabora con el juez de la Gürtel
No pocos se habrán preguntado por qué el juez Pedreira ha solicitado "solamente" 1,2 millones de euros de fianza para salir de prisión de quien fue número dos de la Trama Gürtel y ex secretario del PP de Galicia, Pablo Crespo, cuando sobre él pesan sospechas y estimaciones de que ha tenido ingresos muy superiores, algunos de ellos reenviados a cuentas bancarias en "paraísos" fiscales en distintos países.
La solución al misterio puede estar en las afirmaciones que contiene un reportaje del diario la Voz de Galicia, según el cual Pablo Crespo habría comenzado a revelar al juez Pedreira los entresijos de la madeja de empresas, compañías, firmas, intermediarios y testaferros que él mismo diseño, en su día, como "número dos" de Francisco Correa en la trama corrupta de Gürtel. Según este trabajo periodístico, el testimonio de Pablo Crespo ha sido especialmente valioso para localizar -todavía no recuperar- cerca de diecisiete millones de euros en bancos de Suiza, que Correa y Crespo evadieron a través de varias empresas pantalla radicadas en Panamá o las Antillas Holandesas, entre otros paraísos. Crespo también ha aportado datos importantes sobre inversiones mobiliarias e inmobiliarias o financieras de Correa y otros imputados en Colombia, Portugal, EE.UU., Senegal, China, Panamá y Azerbaián.
Esta actitud de colaboración de Crespo con el juez no quita para olvidar los hechos delictivos que se le atribuyen, en relación con su condición de gestor del patrimonio de Francisco Correa. El juez entiende que la responsabilidad de Crespo se extiende a gestionar las sociedades del jefe de la trama, así como a diseñar y ejecutar, en unión con otros imputados, una estrategia dirigida a dificultar aún más la identificación del verdadero propietario. Por razón de esos numerosos y graves delitos que se le imputan -delito fiscal, falsedad en documento mercantil, cohecho y tráfico de influencias- y de los importantes intereses financieros descubiertos en España y en el extranjero, una parte de los cuales son de su exclusiva titularidad, el juez le propone una fianza de 1,2 millones de euros para eludir la prisión, con la obligación de comparecer ante el tribunal dos días a la semana, los lunes y los viernes.
Pablo Crespo ingresó en prisión, junto con su "jefe", Francisco Correa, el 6 de febrero de 2009, tras destaparse judicialmente la trama de corrupción. Desde aquella fecha, todos sus bienes han sido intervenidos, por lo que se cree que no le resultará sencillo reunir los 1,2 millones de fianza que el juez le solicita para abandonar la prisión. En el mencionado reportaje se detallan las "tareas" que se repartían los dos "hombres fuertes" de la trama: frente a Correa, don Vito, dotado para las relaciones públicas y para detectar las debilidades humanas de los políticos, estaba Crespo, responsable de diseñar la compleja maraña empresarial que permitía ingresar millonarias comisiones opacas y esconder el botín en España y en numerosos países extranjeros. Pablo Crespo llegó a la política de la mano de su padre, Manuel Crespo Alfaya, un político que fue colaborador de Pío Cabanillas, de Fraga y que llegó a jefe del Gabinete de Rajoy cuando era vicepresidente de la Xunta. Siendo secretario de organización del PP gallego conoció a Correa, a quien abrió el partido para recibir numerosos contratos...
Dato curioso también conocido en las últimas horas es que Crespo ya no comparte celda con Correa, posiblemente desde el momento en que ha comenzado a colaborar en la investigación judicial de la trama Gürtel.
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