El futuro del Estatut
Los debates que se producen entre los magistrados del Tribunal Constitucional, y que deberán concluir en la sentencia sobre la constitucionalidad del proyecto de Estatuto catalán, paradójicamente en vigor desde hace casi cuatro años, siguen reclamando atenciones abundantes y destacadas para la crónica política.
Insiste hoy el diario El País en asegurar que el ponente Guillermo Jiménez ha terminado de distribuir entre los magistrados la nueva ponencia, que endurece notablemente la elaborada por Elisa Pérez Vera. Según esta información, el nuevo trabajo llega acompañado de tres fallos de distinta intensidad, "el menos lesivo de los cuales" -relata-incorpora otros siete artículos a la lista de 15 preceptos en los que la ponencia anterior ya había encontrado alguna tacha de inconstitucionalidad". Por consiguiente, el fallo "más suave" incorporaría no menos de 22 tachas de inconstitucionalidad, un 50 por 100 más que la ponencia de Pérez Vera.
En el Periódico de Cataluña se ofrece un panorama parecido, sobre el trabajo del nuevo ponente. Habla de tres borradores en los que se declaran inconstitucionales más artículos que en el quinto borrador, rechazado por seis votos a cuatro. Los nuevos borradores declaran inconstitucionales artículos que la anterior ponente daba por buenos y válidos, y que se refieren a competencias de la carta catalana. Dice esta cronista que no se sabe aún cuándo podrá someterse a votación este nuevo borrador, ni mucho menos, qué suerte podría tener...
Varios periódicos, a su vez, destacan las reacciones del juez Manuel Aragón, que se ha manifestado "profundamente molesto" por verse reflejado en los medios informativos. El magistrado Aragón señala que los profesionales de la Justicia no deberían tener ningún tipo de proyección mediática. "Mi situación actual es un calvario", asegura Aragón, sobre quien se viene especulando que pudiera ser el futuro presidente del TC, en sustitución de María Emilia Casas.
Y luego, lo sucedido este jueves en el Parlament de Cataluña, que no tiene precedente en las relaciones de una cámara parlamentaria con el Tribunal Constitucional. Como señala La Vanguardia, "el malestar catalán por los peligros que se ciernen sobre el Estatut tomó cuerpo de forma solemne en el Parlament de Cataluña, que tomó la decisión, por la amplia mayoría de un 87 por 100, de aprobar una resolución que proclama la incompetencia del TC y anuncia que el propio Parlament promoverá todas las acciones a su alcance para conseguir que el TC se declare incompetente. ¿Hasta dónde llegará este conflicto institucional que ya previó la presidenta María Emilia Casas y que han promovido conjuntamente los dos principales líderes catalanes, José Montilla y Artur Mas? Está por ver qué actitud adoptarán los socialistas en el Congreso y el Senado de las Cortes Generales, donde se pretende que llegue a debatirse ahora la cuestión...
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