Del abuelo al nieto
J. Mª Fernández: "La tozuda realidad nos muestra que mientras el padre de ZP adoctrinaba a sus hijos con el mito de la izquierda del abuelo y el odio a las derechas, la realidad es que él era lo que era por el ?empujoncito? de un amigo de derechas".
El hijo de Angellier, casado con Lucille, estaba luchando contra los alemanes en la segunda guerra mundial y su madre sospechaba que ya había muerto en combate. Por otra parte, en la casa donde vivían Angellier y su nuera, en Francia, se había instalado un alemán de los de las tropas de ocupación.
En la novela Suite francesa de Irène Némirovsky, p. 348, se cuenta que a la madre (Angellier) no se le pasaba por la cabeza que su hija política sintiera afecto por el alemán. Le parecía imposible porque, “en el fondo, todos juzgamos a los demás según nuestro propio corazón. El avaro cree que a todo el mundo lo mueve el interés; el lujurioso, el deseo, y así sucesivamente”
Queda dicho y lo retomaremos.
El abuelo, según mostramos en los artículos a él referidos, tuvo una conducta que podríamos calificar entre oportunista y ruin y su pretendida ortodoxia roja no está avalada por sus hechos y su trayectoria.
Parece que Juan Rodríguez García-Lozano, el eslabón intermedio entre el abuelo y el nieto, adoctrinaba y mitificaba en las tertulias caseras la figura del abuelo, pero sabemos que, tal vez, lo hacía para sacudirse de encima sus propios fantasmas de hombre atado y vinculado a hombres de derechas.
Dice Isabel Durán en La gran revancha que al padre del “nieto” le ofrecieron ser candidato por el PSOE a la alcaldía de León, pero no aceptó y se apostilla en el libro, p. 231: “el padre de Zapatero, que llegó a ser designado Jefe de la Asesoría Jurídica del Ayuntamiento (en realidad había ingresado en la institución de la mano de un alcalde franquista: Manuel Arroyo), gozaba de escasa popularidad en las filas de la izquierda”. Y que “en León, como no le votaran sus amigos, que eran todos de derechas, no le votaba nadie”.
La tozuda realidad nos muestra que mientras el padre de ZP adoctrinaba a sus hijos con el mito de la izquierda del abuelo y el odio a las derechas, la tozudísima realidad es que él era lo que era por el “empujoncito” de un amigo de derechas, que servía a los alcaldes de Franco y que departía con sus auténticos amigos, los de derechas.
“En León, insiste Isabel Durán, p. 152, Juan Rodríguez García-Lozano apareció siempre como un leal colaborador de todos los alcaldes del franquismo. Nadie puede afirmar sin faltar a lo cierto que en su trabajo en el Ayuntamiento como asesor jurídico estuviera presidido por el afán de la venganza. Su cambio de personalidad empezaba en casa; allí se relajaba con sus hijos y ejercía su particular y terrible (habían fusilado a su padre) memoria histórica. De ella recogió José Luis el horror y rencor contra todo lo que él, luego, de forma más o menos elemental, considera derecha.”
Por otra parte, ya sabemos que el nieto no sabe nada de casi nada, que fue profesor de derecho una temporada por enchufe, no por concurso como es preceptivo, que lo que sabe de economía se lo iba a enseñar o se lo enseñó Sevilla en dos tardes, que lo que es la izquierda lo aprendió de las lecciones de sus hijas y que lo que lee, hasta 500 veces, es el libro de Bambi.
Pero aprendió a odiar y va como un carnero dando contra todo lo que le parece de orden y de una España en paz y unida. Y como decía Irène Némirovsky “en el fondo, todos juzgamos a los demás según nuestro propio corazón”.
Y, el suyo, como destila odio, piensa que todo el mundo es igual y, por si queda alguno en España que busque la paz y la concordia, él la pone patas arriba.
Valiente sujeto y valientes dictados del corazón los suyos.
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Comentarios(2):
Señor articulista su discurso que a veces leo, pocas me hacen pensar que usted tiene un sindrome contra Zapatero que lo unico que produce es que Zapatero no puede ser como usted lo pinta.Flaco favor hace a los que no pensamos como el señor Zapatero si hacemos nuestras sus opiniones.Le auguro poco exito de lectores salvo para decirle que ese camino que usted practica es el peor de los posibles
Hagaselo mirar, son preocupantes las fijaciones obsesivas.