Noticias de Cantabria
Editorial 28-09-2021 06:27

El lobo y el oso no tienen por qué ser una baza política, que ya lo empiezan a ser. Por Carlos Magdalena

En este último año el tema del lobo se está tratando cómo  si fuese el único problema que tiene Cantabria, existe una focalización mediática  impresionante y muy intencionada cómo  si todos los problemas de la Cantabria rural radicasen en el famoso cánido salvaje que inmortalizó, llevó a la pantalla  y nos lo hizo familiar el siempre recordado Félix Rodríguez de la Fuente.

 


En este último año el tema del lobo se está tratando cómo  si fuese el único problema que tiene Cantabria, existe una focalización mediática  impresionante y muy intencionada cómo  si todos los problemas de la Cantabria rural radicasen en el famoso cánido salvaje que inmortalizó, llevó a la pantalla  y nos lo hizo familiar el siempre recordado Félix Rodríguez de la Fuente.


Hay que empezar a decir un ¡basta ya!  y que los políticos se centren en trabajar en el mundo rural, en los problemas del mundo agrícola, ganadero, de despoblación etc. y no como vemos día tras día seguir centrados en  ruedas de prensa, pesadas comunicaciones...poca consistencia o ninguna. Aunque también  tengo que reconocer que hacer todos los días ruedas de prensa para no decir nada es un trabajo meritorio y habría  que dar un diez a la clase periodística que está detrás de los políticos.

 


Parece que el precio de la leche y la venta a perdidas ya se arregló porque poco o nada se habla de ello, o ¿es que ahora no toca? Tal vez la ganadería está reconquistando lo perdido y por ello no se menciona..


Pero si nos centramos en la fauna salvaje de Cantabria digo una vez  más que no sabemos valorarla y cuidarla suficientemente, no me cansaré  de repetir que tenemos un patrimonio infinito que se cuida y protege demasiado poco o nada, y es ahí donde noto que no se hacen campañas para que los urbanitas que invaden el hábitat de los animales, sus domicilios naturales lo protejan y no vayan a destruirlos. El político de turno debería implantar una campaña institucional de respetar nuestros montes, con los consabidos “prohibidos” y por qué  no, sanciones a los que no respeten. Las campañas para el cuidado y respeto de nuestra Cantabria Infinita tienen que ser no de 10 días sino de 365 días. NO SE HACE. 


En el planteamiento del caso del lobo existe demasiado teórico advenedizo sin conocimientos, pero muy resabiados que parece que quieren que el asunto lobo se extienda en el tiempo, se amplíe hasta las próximas elecciones para ser una baza electoral y utilizar al hermano lobo que pertenece a  la fauna salvaje de Cantabria, verdadero patrimonio que debemos conservar por encima de todo y convivir con él cómo ancestralmente siempre ha sido, y ser utilizado para conseguir votos. ¿O queremos eliminarlos?, seamos claros y no engañemos.

 


El lobo no tiene por qué ser una baza política y si así fuere demostraría el bajo nivel intelectual que tiene la política en esta Cantabria y comunidades vecinas. La solución del problema del lobo no es sencilla porque se quiere intencionadamente que no lo sea, porque cualquiera en su sano juicio sin ser un experto en nada, siempre que no sea un idiota acreditado de los muchos que pululan por nuestra tierra disfrazados, puede resolverse apelando al famoso -laissez faire laissez passer- pero aplicado a nuestra naturaleza que está en peligro extremo por culpa de las invasiones domingueras sin regular.
Si queremos proteger el medio ambiente hagámoslo, pero de verdad, con la obligatoriedad del uso de senderos fijados y otras medidas, se acabó lo del monte es mío como hacen los visitadores/as inexpertos.


 


También habría que dar un primer paso, hasta en eso no  son incapaces de resolver, el determinar el número de lobos que admite o puede asumir nuestro territorio lobuno para evitar las cuentas de miles o cientos de lobos que hasta ya salen por las esquinas según cuentas algunos alarmistas. Sería deseable la toma de precauciones por parte del ganadero mediante inversiones de protección para el ganado  de cada uno, que así lo solicite a la administración sin necesidad de que ésta emita subvenciones. Hay que acudir a los ancestrales medios de protección que el ganadero ha tenido para contener al lobo de dos  y de cuatro patas, desde  la obligatoriedad de disponer de un pastor con palo de fresno  hasta  perros mastines, por poner un ejemplo, o ampliar también el número de  guardias forestales pero con medios, introducir una vigilancia de drones para controlar que además serviría también para el control del furtivismo, de incendios etc.
Urge acelerar el pago inmediato de los daños causados por la fauna salvaje al ganadero.
Y después de que se hayan instalado las medidas de vigilancia y protección nos reunimos y hablamos del lobo, del oso, del zorro etc.

 


No podemos dejar la solución del lobo supeditados a un puñado de votos que intentan conseguir los partidos, que en esta tierra nos conocemos todos.

¿Quieres envíar un comentario?

Comentarios(4):

Selector - 20-06-2021

Un gran artículo y una acertada reflexión. Solamente te ha faltado Carlos que para ser políticos creo que alguna vez lo has dicho mínimo que tenga un par de carreras. Lo exige el dinero que cobran por lo menos

Ana - 20-06-2021

Me encanta, un abrazo

Ganadera - 20-06-2021

Magnífico Carlos

El nene - 20-06-2021

OK. En el campo pueden vivir el lobo el oso el zorro la vaca, pero sobran los políticos