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Nacional 09-12-2018 22:15

El argentino Wos vence en la Final Internacional de la Red Bull Batalla de los Gallos

Es diciembre pero es verano. Los bonaerenses corretean por los parques de Palermo y en el Club Hípico Argentino -desde el que se ve el Estadio Monumental de River Plate en el que debería estar jugándose el interminable desenlace de la Copa Libertadores de fútbol-, 12.000 personas pasan su mañana de domingo sudando, aullando y jaleando las rimas de los 16 `freestylers` participantes de la Final Internacional de la Red Bull B

  La interminable cola para acceder al recinto retrasa unos minutos el inicio de la batalla, que va mucho más allá del mero pavoneo a través de los potentes mensajes de unidad transfronteriza lanzados por Misionero, carismático e infatigable presentador que tuvo que pedir al público en varias ocasiones que no se apretujara contra las vallas porque ya estaban acontenciendo unos cuantos desmayos en las primeras filas.

  Más de tres horas de ardoroso capítulo final, en el que el concepto de olla a presión alcanza una nueva dimensión gracias al contagioso ímpetu de un público -bastante joven- entregado a la causa y que vive con sentido fervor todo este relato de intercambios dialécticos con un único y en absoluto baladí objetivo final: Determinar al nuevo rey mundial de la improvisación en habla hispana, que desde ya es el argentino Wos.

  Porque solo podía quedar uno. Pero el camino estuvo repleto de duelos a muerte. Primero con unos octavos de final en los que se imponen Valles T (Colombia) a KDT (República Dominicana), Bnet (España) a Switch (Ecuador), Pepe Grillo (Chile) a Yeriko (Cuba), Arkano (España) a Dozer (Argentina), Wos (Argentina, subcampeón en 2017) a Rapder (México), Índico (Panamá) a RVS (Costa Rica), Aczino (México, campeón en 2017) a Jaze (Perú) y Letra (Venezuela) a Neon (Bolivia).

  Los cuartos de final deparan un duelo fatricida entre los aspirantes españoles que termina llevándose Bnet ante Arkano. Por su parte, Valles T apea de la competición a Pepe Grillo, el ídolo local Wos a Letra, y el magnético Aczino a Índico. Lejos de venirse abajo, los asistentes siguen caldeando el ambiente obviando el calor extremo reinante. Gozándolo, de hecho, y haciéndolo factor necesario para recrudecer la épica de la contienda.

  Las semifinales a capela desnudan a los últimos cuatro aspirantes vivos de la competición. Y Wos se impone con dureza a Valles T, mientras que Bnet sucumbe ante el poderío de Aczino. "Me siento Maradona, te estoy clavando los goles", lanza el madrileño, que se lleva como réplica una sentencia difícil de esquivar: "Nunca vas a tener la sangre de los campeones".

  Manos arriba para marcar el ritmo que no cesa, ríos de flow, dardos envenenados que dan certeramente en el blanco y que son celebrados como el más determinante de los tantos. En el combate de consolación por el tercer y cuarto pueso, ese que da al vencedor el puesto para la Final Internacional de 2019, Valles T adelanta por la derecha a Bnet y se gana así por derecho el puesto en la próxima edición mundial de la batalla, que tendrá lugar en Madrid.

  CONTIENDA FINAL

  El clímax tiene como protagonistas a los dos grandes favoritos, que finalmente se ven las caras en la ronda definitiva. Es el momento impostergable de la verdad para el ídolo local Wos y el villano carismático Aczino, quienes son recibidos en el escenario entre cánticos colectivos de inspiración futbolera que, como los terremotos, tienen réplicas reiteradas en el momento más inesperado.

  Porque esto es cultura urbana, pero la identificación del público con los `personajes` da un toque deportivo a las batallas en general y una incuestionable trascendencia al enfrentamiento final. Como en los videojuegos de lucha más clásicos en los viejos salones recreativos: Llega el `ultimate round` y todos se arremolinan alrededor de la máquina de arcade porque nadie quiere retirar la mirada.

  "Lloro con mi madre, que está viendo en vivo como me convierto en padre", lanza Wos como réplica al mexicano que le acusa de llorón, provocando el rugido unánime de la afición argentina que salta en la pista y se pone en pie en los graderíos. El público tiene su claro preferido, pero también canta el nombre de Azcino, resumiento el espíritu de sana competición que se vive en las batallas.

  Sin embargo, la balanza se decanta definitivamente del lado de Wos y los más de 12.000 asistentes entran en un incontrolable estado de júbilo colectivo. Como corresponde cuando un campeón del mundo se corona en casa y pasa a ser el tótem de toda una generación. Y no solo de los lugareños presentes en el lugar de los hechos, sino también de los cientos de miles -800.000 concurrentes en algunos momentos- que han seguido la batalla en streaming en www.redbull.tv.

  "Acabo de salir, no me acuerdo ni de lo que hice, después lo veré", ha confesado Wos en rueda de prensa al término de la contienda, explicando además que para improvisar con libertad en el escenario necesita entrar en una especie de "trance que es como un ataque de adrenalina en el que no sabes de donde vino la fuerza".

  Por su parte, tanto Bnet como Arkano, los dos representantes españoles, han admitido a Europa Press que acaban con un sabor "agridulce" al haberse quedado en el camino hacia la victoria. "Lo podría haber hecho mejor, pero esto es el freestyle", ha apostillado el madrileño, mientras Arkano ha destacado que no se va "muy contento" con su actuación en Buenos Aires.

  En esta línea, el alicantino ha apuntado que la victoria de Wos no le parece del todo justa, pues Azcino "ha hecho rimas de más contenido a pesar de tener al público en contra". "En las internacionales la gente se vuelca mucho con el local. Es algo que hay que ir corrigiendo, al final lo bonito de esto es que el freestyle esté por encima y se apoye a todo el mundo por igual. Que no se piense en la bandera, sino en el freestyle y en el rap", ha remachado Bnet con la sonrisa ligeramente torcida, igual que Arkano.

  Un gesto que contrasta con la satisfacción generalizada de la parroquia argentina que, una vez ganada esta contienda, pasaba inmediatamente a pensar en la final de la Copa Libertadores que se celebra en Madrid entre Boca Juniors y River Plate. Un domingo más que completito y repleto de emociones en el país sudamericano en general y en Buenos Aires en particular. La ciudad del fútbol y las rimas, la capital mundial de este 9 de diciembre.

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