¡Qué irresponsabilidad!...

Y estas consecuencias de aquellas ministras con guantes a juego con el color de la ocasión, hemos visto como la vociferante Irene Montero ha dado positivo en este virus de origen chino o vaya usted a saber; y su pareja, el vice del Gobierno, sometido a vigilancia. ¡Y todo el Gobierno en cuarentena! Ahhhh…. Y sepan que a esta “pareja presidencial” le hicieron las pruebas en unas pocas horas, cosa que no sucede con los demás ciudadanos “de a pié”. ¡Lo que es la casta!

¿Y las muchas personas que la adularon, saludaron, besaron, abrazaron a esta ministra de Igual dá qué es de ellas? Y si el Gobierno está en estas circunstancias, hasta el punto de que un consejo de ministros ha debido hacerse con muchos de sus integrantes por video-conferencia, ya me dirán Vds. ¡Hasta los Reyes han debido de hacerse las pruebas!, pues la Reina Letizia ha estado en un acto con Irene Montero y seguro que la ha contaminado.

El Ejército ya está actuando y ha comenzado por instalar un hospital de campaña al lado del Hospital La Paz; y actuará allí donde sea preciso (Supongo que no lo hará en Cataluña y País Vasco, donde les da grima el “Ejército Español” y les produce urticaria política).

La irresponsabilidad del Gobierno viene dada porque sabiendo cómo era la situación de riesgo existente, permitió que se hiciera esa manida manifestación porque contribuía a sus intereses políticos. A esto podríamos añadir muchas otras cuestiones, como el hecho de su pasividad inicial, el desconcierto de las diversas comunidades, el cachondeo televisivo de su portavoz, los ataques que realiza a través de su juguete televisivo (TVE) contra quien ose hacer crítica, como la propia comunidad de Madrid, etc. En vez de unir esfuerzos, se dedican a generar más confusión, lo que es de una gravísima irresponsabilidad.

Y este (des)Gobierno lo tenía claro, como podría ser copiar la actitud de Corea del Sur; y ha actuado como los haría Corea del Norte, porque tiene un tic autoritario, opaco y demagógico. Y a Pedro Sánchez le ha venido muy bien cerrar el Congreso y así no tiene obligación de someterse a la oposición, hacer las ruedas de prensa sin periodistas para que su monólogo no sea contrastado ni interrumpido.

Ahora, ante la situación ya existente desde hace días, de forma casi incontrolada, ya asume que quizás deba cerrarse Madrid, declarar el estado de excepción, anular o retrasar cualquier acto social, deportivo, educativo o cultural.

¡Y el mundo mira a España! Y se sorprende de que hayamos perdido unos días de oro para atajar este dicho corona-virus. Mientras países como Estados Unidos, nos prohíben su entrada en su territorio (A toda Europa, salvo Gran Bretaña).

Y mientras este Gobierno está ensimismado, los afectados por el corona-virus aumentan en progresión geométrica, afectando a los miembros de Gobierno, la bolsa va de culo con un desplome que hará historia ¡14 %!, los diversos sectores económicos están en trance, el cierre de centros educativos va a generar más problemas que soluciones, hasta algunos parques infantiles se están cerrando y los ciudadanos cada vez más asustados y en su casa, a ver pasar las musarañas, pues ya no confían en nuestros políticos y en nuestras administraciones, pues nos engañan y manipulan y ya no nos fiamos de nadie. El Gobierno que se está gastando alegremente el dinero de todos y nos ha ninguneado temas como el IVA que ya se ha cobrado, ahora quiere contentarnos con migajas, pensando que somos tontos (en algunos casos, tienen razón). ¿Creen que es posible que los 3000 turistas italianos que han llegado en un crucero a Palma de Mallorca se paseen alegremente por sus calles?

Los EE. UU. de Trump han decretado la anulación de todos los vuelos europeos, salvo los de Gran Bretaña, lo que es una dura ofensa, máxime sabiendo que en este país americano hay también muchos afectados. Como sucede en otros países Hispanoamericanos.

¡Este país se para! Y después va a ser muy difícil y complicado ponerle otra vez a “velocidad de crucero”, por lo que constataremos que el PIB va a retroceder y entraremos en una crisis de desconocidas consecuencias. Y siempre el inánime Gobierno de Pedro Sánchez ya tendrá la coartada para justificarse y hacer demagogia barata y los ciudadanos quedarán arrebolados, como les pasaba en época de Zapatero, aunque ahora, a toro pasado, reconozcan que fue una época de gran retroceso en todos los órdenes de la vida.