Noticias de Cantabria
El criticón 22-03-2019 17:11

El juego de las sillas….

Pedro Arce Díez.- ¡Manolín está triste! Ha jugado a las sillas y ha perdido; ahora está triste, compungido y lloroso en un rincón.

 

 

¿Quién no ha participado alguna vez al “juego de las sillas”? Es divertido. Siempre hay una silla menos que participantes y cuando suena la señal, todos corren a sentarse, menos uno que se queda fuera. Como en la política.

Porque ahora estamos observando atónitos y estupefactos el juego de las sillas –o sillones- políticos para las próximas elecciones y nos estamos llevando sorpresas de órdago, con políticos que creíamos fieles a unas siglas y que cuando dudan si les incluyen en las mismas, fichan por otras siglas y les da igual la ideología, sus proyectos políticos y demás zarandajas. Lo importante es conseguir el sillón, sea como sea y de la forma que sea.

Y cuando uno cambia de sigla, es que algunas siglas están “fichando” a personas que han estado en cargos políticos de otras formaciones políticas, como si esto fuera la cantera de fichajes del futbol. ¡Acabaremos en un mercado público de fichajes políticos!

Nunca observé tanta putrefacción política, tanta falta de dignidad y de principios. Y muchas de estas personas serán las elegidas dentro de unas semanas para defender las ideas y proyectos de un partido político o de otro, qué más da. Cambiar de chaqueta siempre ha estado mal visto, pero es que estos días tenemos a gente que está representando a unas siglas y ya ha “fichado” por otras para las próximas elecciones.

¿De quién nos fiamos los votantes?, es frase que empieza a oírse por ahí, pues yo tenía confianza de Pepito que se presentó toda la vida por el partido colorao y que defendía mis ideas; ahora Pepito ha cambiado de equipo y no si llamarle traidor o votarle en el nuevo partido marrón por el que se va a presentar ahora. ¿Y si no me gustan las ideas y propuestas del partido marrón? Así podemos constatar que existe mucho camaleónico, que está saliendo a la plaza pública en estos días.

Estoy en un sin vivir y hecho un lío con estos de la política, pues el virus ha entrado en todos los partidos políticos, que ven cómo se van algunos, fichan a otros, convirtiendo la plaza pública en un patio de Monipodio.

Y esto nos puede llevar a pensar que estos políticos, por llamarles de alguna forma, cuando lleguen a asumir una responsabilidad, estarán pensando en sí mismos y muy poco en los intereses generales. Y ya estarán haciendo cálculos para las próximas elecciones y con quien van a ir. ¡Es el acabose!

Y no me extrañaría que los ciudadanos acabasen hartos de tanto camaleón suelto por ahí, que no se sabe si va o viene, si sube o baja, pues sus intereses siempre están por encima de cualquier organización.

Otra cuestión de moda son los fichajes estrella que han realizado algunos partidos que sorprenden bastante; y no digamos de los pucherazos en las “primarias” que se dan entre ellos en algunas formaciones modernas con elecciones digitales, como les ha sucedido en muchas ocasiones a los de Podemos o al mismo Cs en Castilla y León o Cantabria, por poner solo dos ejemplos. Y ello porque la tendencia de los líderes siempre va en la línea de controlarlo todo, como aquello de Alfonso Guerra: “El que se mueva, no sale en la foto”. Y los diferentes partidos

pugnan estos días por presentar fotos de muchos candidatos en un marco digno, como cartel electoral nonato.

Tampoco conviene cargar las tintas, pues en algunos casos son personas que han quedado “purgadas” en sus partidos, por diversas circunstancias y deciden dar el paso en otras formaciones que les puedan ofrecer una oportunidad. También esto demuestra la actitud sectaria de las formaciones, que utilizan tácticas estalinistas y la poca ética de otras que se encuentran faltas de personas con cierto conocimiento público y capacidad de arrastre de votos y buscan caras conocidas, personas con prestigio profesional, etc.

Y aún me da una cierta pena de aquellos que han sido descartados en sus formaciones y no encuentran acomodo en otras, pues tras llamar insistentemente a las puertas no son acogidos y se quedarán en la calle, algunos sin oficio ni beneficio, para engrosar las ya abultadas listas del paro.

De Cantabria, casi prefiero no hablar y lo dejaré para posterior análisis, pues casi todas las formaciones políticas han saltado por los aires (la última, Vox, hace unos pocos días) y el juego de sillas y los codazos han hecho mella en las mismas.

Ya vamos teniendo conocimiento público de la mayoría de los candidatos a las elecciones generales del próximo 28 de abril y la mayoría de los ciudadanos no conocen a casi ningún candidato, por la revolución que se ha producido en las listas. Y surge la pregunta: ¿Y a quién voto? En estos momentos existe una gran proporción de votantes que no tiene el voto decidido y también existe un “voto oculto” nada desdeñable.

Ante esta perspectiva, bien pudiera suceder que al final tengamos un Congreso de los Diputados muy atomizado y que ello nos lleve a una cierta ingobernabilidad y que ya estemos pensando en nuevas elecciones para el otoño. Esto hace un daño terrible e irreparable al mundo político, económico y social de España y las encuestas tendrán una fiabilidad escasa, salvo que sirven para “orientar” el voto.

Y mientras nuestros políticos se entretienen con el juego de las sillas, pintan bastos en la situación y perspectiva económica de todos: las previsiones futuras van a la baja, el propio Banco de España advierte al Gobierno que está ciego en estos momentos, cae el consumo, el comercio entra en crisis, se venden y fabrican menos automóviles, el turismo de este año no conseguirá las cifras del pasado, exportamos menos, el paro vuelve a las andadas, el déficit público se encabrita, la deuda se hace endémica… ¿A Vd. le interesan estos datos? Al Gobierno, parece que no.

Sé el primero en comentar