Noticias de Cantabria
Editorial 16-03-2019 23:35

¡Que ridículo madre, que ridículo!

La manifestación catalanista que ha soportado Madrid parecía surrealista. Que bajo ha caído España, sus los políticos, que tenemos que soportar ver cómo desfilaban por Madrid unos señores con chaqueta, alguno sin corbata, soportando el calor agobiante de un día aparentemente  veraniego de un sábado de marzo.


 
La manifestación catalanista que ha soportado Madrid parecía surrealista. Que bajo ha caído España, sus los políticos, que tenemos que soportar ver cómo desfilaban por Madrid unos señores con chaqueta, alguno sin corbata, soportando el calor agobiante de un día aparentemente  veraniego de un sábado de marzo.

Estamos absolutamente seguros de que ellos mismos, los de la mani, no asumen el ridículo que estaban haciendo, daban vergüenza ajena.


Unos hombres hechos y derechos, se presume, habían acudido a Madrid para presionar desde la capital del Reino, al que pertenece Cataluña, al Tribunal  Supremo. Ellos saben, y lo ocultan, que el Tribunal Supremo está cumpliendo la normativa de nuestro Ordenamiento Jurídico, fundamental para mantener el  Estado de convivencia que esta gente está vulnerando todos los días desde Cataluña. Estamos pasando por cosas inverosímiles en una democracia. Dicen estos caballeros, el Torra, el de las barbaridades, que está infringiendo la ley al no retirar los lazos amarillos, entre otros despropósitos, que no existe  democracia, y mientras los madrileños se frotan los ojos viéndoles pasar por sus calles. Kafquiano.

Tenemos una democracia por exceso con algunos delincuentes paseándose por Madrid y otro, Puigdemont, un fugitivo, jaleándoles por videoconferencia desde su confortable casa en el extranjero.


Viendo lo que estábamos viendo por televisión y en directo tenemos que ir pensando en los políticos y fundamentalmente en el señor Sánchez que apuntó a un posible indulto. Lo que salga de ese proceso judicial que se ventila en el Supremo se tiene que cumplir con todas las consecuencias y olvidarnos, ni  tan siquiera mentarlo, que esta gente sea indultada. Afortunadamente tenemos unos medios de comunicación, y en este caso más concretamente la televisión, donde vemos en vivo y en directo las declaraciones de los imputados y todos los hechos delictivos que cometieron contra el Estado de convivencia. Un Estado que les advirtió reiteradamente de lo que les sucedería si se saltaban el Ordenamiento Jurídico que garantiza la convivencia de un país y aun así se lo saltaron luego tendrán que enfrentarse a las consecuencias de sus actos.
 

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