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Tribunales 21-02-2019 12:15

El acusado de agresión sexual y violencia de género y su mujer se acogen a su derecho a no declarar

La Fiscalía mantiene su petición de 11 años de prisión y 13.000 euros

  

   El hombre acusado de agresión sexual y violencia de género por obligar a su entonces mujer, de la que ahora se encuentra separado, a mantener relaciones sexuales se ha acogido a su derecho a no declarar, al igual que ella, en el juicio celebrado este jueves en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria.

   Así, las únicas declaraciones recogidas han sido las de los peritos que realizaron a la supuesta víctima un análisis ginecológico y las de los forenses que se ocuparon de dos heridas que presentaba en la nariz y en el cráneo, según la Fiscalía debidas a un golpe con la mesilla, que se dio cuando su marido la llevó a rastras hasta la habitación y la empujó.

   En este sentido, los forenses han afirmado que las heridas eran "compatibles" con el relato de agresión, aunque no encontraron síntomas de actos violentos de carácter sexual. Por su parte, los peritos que realizaron el análisis ginecológico han ratificado que encontraron restos de semen en las muestras.

   Así, la defensa ha pedido la libre absolución del acusado, ya que considera que "no existe ningún tipo de prueba" que demuestre su culpabilidad, ya que "a quien corresponde acreditar los hechos es a la parte acusadora".

   Además, ha añadido que todo lo que se ha declarado durante el procedimiento, que ha durado dos años, durante los que el acusado ha llevado una pulsera de control para su seguimiento, "no existe" porque se tenía que haber practicado en el juicio.

   Sobre los hechos de los que se le acusa, ha dicho que la mujer podría haberse hecho las heridas de la nariz "de manera casual", y, en cuanto la agresión sexual, ha añadido que es "absolutamente obvio" que no hay "nada" que la pruebe, ya que solo han encontrado restos de semen en su vagina. "En principio creo que eso no sea delito", ha dicho su abogado.

   Por ello, se ha referido al principio de presunción de inocencia al no haber "ninguna acreditación" de la culpabilidad y no contar con declaraciones de la supuesta víctima ni del acusado --divorciados desde junio de 2018--, así como de ningún testigo, durante la vista oral, que es "la fase más importante del procedimiento".

   Por tanto, ha reiterado que "no existe delito alguno", ya que "solo hay un informe de alguien que va al médico y tiene heridas en la nariz". "Es la defensa más fácil que me ha tocado", ha sentenciado.

   Por el contrario, la Fiscalía se ha atenido al "cúmulo de pruebas" y ha dudado de que las heridas sean resultado de un hecho "absolutamente casual".

   Por ello, ha mantenido su petición de condena de 11 años de cárcel, prohibición de comunicación y acercamiento durante 14 años y libertad vigilada tras la salida de prisión de ocho, por un delito de agresión sexual y otro de violencia de género con la circunstancia agravante de parentesco.

   Asimismo, solicita que el acusado indemnice a su víctima en 13.000 euros por las lesiones, secuelas y daños morales sufridos, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria.

   Según el fiscal, los hechos ocurrieron cuando la mujer se encontraba en la cocina, el acusado trató de tener relaciones sexuales y, ante la negativa de ella, la golpeó y la agarró por los brazos, persistiendo ésta en su negativa.

   En ese momento, "con la intención de infundirle un serio temor, intentó sacar un cuchillo del cajón de la cocina, por lo que, al ver peligrar su integridad física o su vida, la mujer accedió a tener relaciones sexuales".

   En ese momento, el hombre la llevó "a rastras hasta la habitación, empujándola y golpeándose ella con la mesita en la nariz, teniendo que ir al baño para lavarse, pese a lo cual el acusado fue detrás de ella y volvió a conducirla hasta la habitación, obligándola a tener relaciones sexuales con penetración contra su voluntad".

  

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