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Cantabria 22-06-2018 13:35

Una estalagmita de El Soplao detalla el cambio climático más brusco de la historia reciente del planeta

Una estalagmita de la cueva de El Soplao, en Cantabria, ha permitido detallar el cambio climático más brusco de la historia reciente del planeta, que sucedió hace unos 13.000 años y que desencadenó un clima marcadamente frío y seco durante más de un milenio.

   Este episodio, que se produjo en apenas unas décadas y que ya había sido descrito en algún otro estudio, ha quedado registrado "con un detalle extraordinario" en una estalagmita de la cueva cántabra que han analizado un equipo de investigadores hispano-australiano.

 

 

   Los resultados del estudio acaban de publicarse en la revista científica `Quaternary Science Reviews` y se han presentado este viernes en una rueda de prensa en Santander.

   Los investigadores Carlos Rossi, de la Universidad Complutense de Madrid, y Rafael P. Lozano, del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), que ha realizado el estudio junto a Petra Bajo y John Hellstrom de la Universidad de Melbourne, han dado a conocer los detalles del trabajo.

   Y lo han hecho acompañados del consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio del Gobierno de Cantabria, Francisco Martín, y la directora general de Turismo, Eva Bartolomé, que han destacado que la cueva de El Soplao es "una enciclopedia de la historia geológica de nuestro planeta".

   Así, Martín ha ensalzado que se realizan muchos trabajos de investigación en El Soplao, gracias a los convenios de colaboración entre el Gobierno y diferentes grupos y colectivos, y éste es uno de ellos y en el que una vez más se hace "un descubrimiento" a sumar a otros como el hallazgo en el yacimiento de ambar de la cueva de la garrapata más antigua del mundo.

   En esta ocasión, a través del análisis de la composición química y otras características de la estalagmita SIR-1, se ilustra uno de los cambios climáticos más bruscos e intensos de la historia reciente del planeta, mucho más que el que está aconteciendo en la actualidad, y se muestra que esos cambios pueden suceder de forma natural.

   Por ello, tanto Rossi como P. Lozano han reivindicado la importancia de entender mejor esos cambios climáticos de origen natural para poder evaluar correctamente la magnitud y los posibles efectos del cambio climático actual.

   Ese cambio climático, que se produjo hace 13.000 años, ya era conocido por los científicos y se denomina `Younger Tryas`. Según ha indicado, fue "catastrófico" ya que las temperaturas cayeron bruscamente, los inviernos se hicieron más largos y duros y la superficie del Atlántico congelada en invierno se extendía hasta latitudes muchos más bajas que ahora.

   Este periodo del `Younger Dryas` duró algo más de 1.000 años y su origen parece estar relacionado con cambios en las corrientes oceánicas del Atlántico Norte, aunque las causas aún no se entienden al no haber consenso científicos entre las dos posibles teorías que se barajan.

   Esas teorías son que el desbordamiento de un gran lago en la zona que ocupa Norteamerica llenase de agua dulce el Atlántico facilitando su congelación y paralizando así las corrientes (opción que apoyan Rossi y P. Lozano) o que un gran cometa impactase en el océano parando las corrientes y promoviendo la posterior congelación de las aguas.

  ANÁLISIS DE LA ESTALAGMITA DE EL SOPLAO

   El registro de la estalagmita de El Soplao revela que, en Cantabria, el `Younger Dryas` duró unos 12 siglos y ocurrió prácticamente al mismo tiempo que en Groenlandia y otras localidades europeas.

   En su inicio las temperaturas medias en Cantabria cayeron al menos cinco grados en apenas dos siglos, la vegetación se empobreció y el clima se hizo muy árido. Además, el frente polar, y con él la trayectoria de las borrascas, se desplazó hacia el sur.

   Con este cambio, Cantabria se vio expuesta a fuertes vientos del oeste, que traían aire frío y seco a la región. En este coincide la investigadora Lisa Baldini de la Universidad de Durhan (Inglaterra) que, aunque no ha participado en el estudio, recientemente analizó una estalagmita de otra famosa cueva cántabra, La Garma, con técnicas similaresa las usadas en El Soplao.

   Según Baldini, la similitud de los registros del `Younger Dryas` en las dos cuevas "es extraordinaria", confirmando la fiabilidad de ciertas técnicas para registrar los vaivenes del clima pasado --en El Soplao hay estalagmitas de hasta casi dos millones de años de antiguedad y son idóneas para este tipo de análisis debido a que tiene en su composición mucho magnesio--.

   El clima frío y seco del `Younger Dryas` terminó hace unos 11.700 años "con una brusquedad extraordinaria", al igual que su inicio. Según el registro de El Soplao, en unas pocas décadas el clima mejoró hasta hacerse similar al actual, es decir relativamente cálido, húmedo y estable. Esta nuevo cambio climático, para mejor, marcó el inicio del periodo que llamamos Holoceno, del que disfrutamos desde entonces.

   La sierra situada sobre la cueva de El Soplao se cubrió entonces de bosques, un cambio que dejó su impronta en la estalagmita estudiada en forma de láminas anuales fluorescentes, similares a los anillos de crecimiento de los árboles.

  MÉTODO DE ANÁLISIS

   Como las marcas de los billetes de curso legal, estas láminas sólo pueden verse claramente cuando iluminamos rodajas de la estalagmita con luz violeta o ultravioleta. Estas láminas se forman porque las lluvias otoñales arrastran a la cueva material orgánico fluorescente, y que queda atrapado en los minerales de algunas estalagmitas, formándose una lámina fluorescente cada otoño.

   Estas láminas, además de reflejar el clima y vegetación del pasado, también se han usado por los autores del estudio para precisar la edad y tasas de crecimiento de la estalagmita analizada.

   El estudio del clima del pasado a partir de estalagmitas como la de El Soplao se basa en que la composición química del agua que gotea sobre una estalagmita, y por tanto el mineral que cristaliza en su superficie, puede cambiar en respuesta a cambios climáticos.

   El problema es que no todas las estalagmitas registran los cambios del mismo modo, y su crecimiento y composición también depende de otros factores locales. Esto obliga a estudiar, en cada cueva, las relaciones entre el clima, las características del agua de goteo y los minerales formados en las estalagmitas.

   De hecho, Rossi y P. Lozano llevan varios años visitando regularmente la cueva de El Soplao, investigando cómo los cambios de pluviosidad quedan registrados en la química de las aguas de goteo y en las estalagmitas correspondientes.

   Parte de la investigación ha sido financiada en el marco de un convenio entre el Gobierno de Cantabria, el Instituto Geológico y Minero de España y la empresa Turismo del Nansa.

   Más recientemente el Ejecutivo regional ha mantenido su apoyo a la investigación en El Soplao gracias a las facilidades ofrecidas por la empresa pública El Soplao S.L, adscrita a la Consejería de Innovación, Industria, Turismo y Comercio, con un convenio marco firmado por el Gobierno y la Universidad Complutense de Madrid.

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