Noticias de Cantabria
19-12-2016 05:15

DO POPULAR.

Reflexión ante la próxima Asamblea del Partido Popular

Ante la agitada situación por la que estamos pasando en la política española, es conveniente que un partido mayoritario como el PP. haga una reflexión, que le lleve a buscar sus raíces, si quiere que sus votantes le sean fieles.

En las elecciones de hace un año tuvo una gran bajada de votos, que todo el mundo le ha echado en cara, pero ellos no han querido decir cuáles fueron las causas,

Ciertamente no fue por una mala gestión, pues esto le aprobaron sus votantes, sino porque se había separado de la ideología que está en su base, y que parece que ha abandonado en los últimos tiempos, lo que acusa a Rajoy de dejar de lado cualquier credo con tal de estar en el poder.

No ha querido corregir los desafueros de la época de Zapatero: aquella ley de aborto, que ya le manifestaron en la calle más un millón de ciudadanos su oposición y desagrado; la ley de la Memoria Histórica, con la que estamos viendo las desquiciadas decisiones de los alcaldes y ediles de los gobiernos de muchas ciudades; y la ley del matrimonio homosexual, un invento contra natura, que no ha venido más que confundir a la sociedad y destruir la familia. La pérdida de votos fue por estos motivos, y no fue mayor, porque no se podía entregar el gobierno a un PSOE, que era el autor de ese desaguisado, y, además, se le veía en vías de destrucción, con demasiado espíritu de odio y venganza.

Por todo ello, la fe de los ciudadanos votantes del PP. ha bajado tanto, que exige un profundo examen y proponer las convenientes reformas. Este partido que la sociedad ha considerado como el que ha recogido la tradición cristiana de occidente, no puede olvidar sus raíces y si quiere abandonarlas que lo diga explícitamente y no engañe a los ciudadanos, aunque las señales de su voluntad de olvidarlas es evidente, pues las personas con responsabilidades que mostraron una tendencia hacía las raíces cristianas en el partido han sido eliminadas o arrinconadas.

En el mar de esta política hay demasiadas nieblas y muchos icebergs o témpanos de hielo, que desvían el transatlántico de nuestra cultura. Estoy convencido que renquea desde hace mucho tiempo, y ello se debe a haber olvidado sus orígenes y en consecuencia hay un desvío de la rota que debería seguir. Al haber negado u olvidado sus principios: ¿Dónde se puede basar? ¿Qué comunidad puede formar?

Un árbol sin raíces no puede dar fruto, y lógicamente se va secando. Esto refleja el estado de la política del PP., como no tiene unos fuertes fundamentos, vacila y se bambolea hacia cualquier disparatada idea que aparece como políticamente correcta. Política que quiere cambiar la cultura europea y pretende que no pase nada, que sea sólo algo puntual. Destruye los árboles quitando su savia, que es la cultura cristiana, y se ilusiona creyendo disponer de un hermoso y frondoso bosque

El fundamento de la sociedad europea está en la tradición cristiana, que es en realidad la que ha formado la actual democracia occidental. Cuando los ilustrados del siglo XVIII, quisieron crear una nueva sociedad, como dice López Aranguren, «no se propusieron enseñar una moral nueva, lo que hicieron fue despojar a la que ya venía siendo vivida de un fundamento religioso y presentarla desnuda, laica y completamente seculariza». ¿Pero cuáles eran sus principios? Libertad, igualdad, fraternidad, que es una síntesis de la predicación del Evangelio de Jesucristo.

La democracia se asienta en esta enseñanza cristiana, que ahora se quiere romper con una nueva ideología feminista, que destroza las bases de la democracia, pues no considera la dignidad de las personas al reconocer que por su voluntad la mujer puede matar a un nuevo ser humano que está a punto de nacer. La igualdad cuando como principio establece los preferentes derechos de la mujer. Y la libertad está condicionada por la voluntad de la mujer, negando a los demás el pleno ejercicio de este derecho.

 

En cuanto al PP. sus votantes creen que es el heredero de esta tradición cristiana, pero él no está muy seguro, porque se deja llevar por cualquier idea, por disparatada que sea, pero que cree que es lo políticamente correcto. Sin embargo, debe de tener en cuenta que si pierde tan gran ideología que es la tierra donde tiene sus raíces, sus esperanzas son muy limitadas, y es fácil que surja un partido consciente de sus raíces y le suplante, por tanto descuido. 

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Comentarios(1):

PAD - 23-12-2016

Un buen artículo y una buena reflexión; incluso añado más: como el PP parece que es el único partido que en este país parece querer defender principios básicos de nuestra cultura, nuestra sociedad y nuestro país (La base clásico y cristiana de nuestras raíces, nuestra cultura atesorada en siglos de existencia, un país acrisolado hace siglos, un desarrollo que a pesar de sus deficiencias, sigue siendo ejemplo y envidia fuera de nuestras fronteras,...), sería buena que profundizase en sus raíces, las aspìraciones de la mayoría de los ciudadanos españoles y el deseo de un futuro mejor para todos, especialmente los más vulnerables, por edad, situación social o económica. En febrero, los dirigentes del PP puedan asentar a su partido para décadas o verse envueltos en el torbellino de las "nuevas" ideas que pululan por nuestro país y que ya han dejado huellas indelebles en Cuba o Venezuela, por poner dos ejemplos cercanos