España y los informes

Vivimos en un país sin apenas identidad nacional, los españoles, no nos sentimos orgullosos de serlo ¿ Esto asombra a alguien? Pues no, nos recluimos en nuestras localidades o autonomías intentando no ser algo que somos. ¿porqué?

Sin identidad nacional ninguna “marca de país” puede triunfar o remontar, si nos fijamos en la máxima potencia mundial en la actualidad, les identificamos claramente por sus barras y estrellas, y eso que no son 4 gatos, sino un montón de estados, que se definen por una misma bandera, de la que se sienten orgullosos. Su imagen les importa, y sus películas y series exportan lo mejor de esa imagen hacia afuera. Nuestros hijos crecen viendo sus series, y su hegemonía.

¿Cuántos países hay que puedan decir que en algún momento de su historia han sido potencia mundial? No muchos, España lo fue, es cierto que eran otros tiempos, su imagen era otra, sin embargo nuestra marca aún mantiene pequeños recuerdos de esto y por ello en algunos países latinoamericanos se nos mira con pelín de respeto. Para los Europeos sin embargo somos la cola que arrastran y manipulan, Alemania se encuentra a la cabeza, seguida por Francia....y en países como EEUU se nos confunde con mexicanos. Esta es la realidad.

¿Ayudamos a definir nuestra marca? Si, todos ayudamos, con meteduras de pata como la de el informe de los niños secuestrados, demostramos nuestra incompetencia. Nuestra imagen depende de muchos ámbitos, pero el sistema judicial es uno de los más serios e importantes y los “fallos” aquí son muy importantes y notorios. ¿Quién quiere vivir en un país en el que las leyes no se aplican correctamente? La imagen del sistema judicial es crucial.

No es el único informe que clama al cielo, es tan sólo el último que sale a luz, gracias a la presión mediática, a la prensa y los profesionales que han cubierto esta noticia. Ellos son los únicos que con su trabajo han conseguido que al menos este caso se rectificase.

Pero ¿que pasa con todos los informes que no salen a la luz? Aquí no es la imagen lo que importa, la imagen que ofrecemos al contribuyente es lo de menos, y el servicio tampoco, ni tan siquiera pesa lo suficiente la responsabilidad, aquí pesa más el escaqueo, el intentar evadir los problemas, o el trabajo.

He visto informes vergonzosos de la policía local y sin embargo pese a tenerse que retractar de lo inverosímil del mismo, ha quedado todo en una ampliación del informe, y no en un nuevo informe de otro profesional más competente. ¿ Para qué están los fiscales? Se supone que es la figura que vela por el interés común, pero si no se ven forzados a ello, ¿no actúan?. Ejemplo Bolinaga, el fiscal actúa, tarde, inducido por la presión de los medios, por lo que de nada sirve.

La realidad es que todos y en todos los sectores tenemos obsesión por evitar trabajo “extra”, y así no vamos a ninguna parte, menos en un momento en dónde nuestra imagen importa, es decisiva y nadie tiene interés en hacer un mínimo esfuerzo.

¿Nos están gobernando los mejores políticos que tenemos en este país? Así "debiera" ser, porque para eso les votamos, sin embargo la sensación es que votamos al mal menor y se quedan cortos. Son un reflejo de nosotros mismos y mientras no cambiemos seguiremos a la deriva, cada día tenemos menos que perder...

¿Se imaginan una versión  española de la serie australiana que enseña cómo gestionan la entrada en sus fronteras? Es increíble ver la profesionalidad australiana  los trabajadores, y el interés por hacer lo correcto, amén de la seguridad...

¿Se imaginan una versión española de los policías de control animal (Serie estadounidense)? Esta serie hace que te plantees cómo puede ser que en EEUU se persiga e investigue más el maltrato animal que en España el de personas.

Lo único que triunfa en España y se imita a la perfección es el circo del corazón ¿ Para qué nos sirve eso? Pan y circo en tiempos de crisis. ¿ Y la sociedad crítica? 

Está en manos de todos el iniciar un cambio, vivimos en un país con una gran historia, con una población sufrida, no somos nuevos en esto, si toca reinventarse, no esperemos, asumamos cada uno la responsabilidad que nos corresponde.