Noticias de Cantabria
27-11-2012 17:57

¿El canto del cisne en la abogacía?

De las antiguas profesiones liberales, la abogacía era de las que mejor habían sobrevivido hasta la fecha. La asalarización y concentración en algunos megadespachos no han conseguido eliminarla.

 Otras, como la arquitectura, que resistió florecientemente, han desaparecido de la faz de nuestro país, pura regla de mercado, fruto de la locura y ambición social de la especulación inmobiliaria.

Lo de los Abogados y Procuradores va a ser otra cosa. El gobierno de la nación ha decidido, con su mayoría parlamentaria, eliminar el actual modelo de Administración de Justicia tal como lo conocemos, porque a decir del Ministro de Justicia (según manifestaba en recientes declaraciones)  es un modelo del “Antiguo  Régimen”. No sé porque el Sr. Gallardón no dice las cosas bien. El modelo de Justicia que tenemos, es el modelo constitucional, en el que el acceso a la Justicia está consagrado en el artículo 24 de la norma fundamental. La expresión el “Antiguo Régimen” se utiliza para denominar al régimen del absolutismo previo al sistema liberal, o bien a la dictadura del difunto general, pero nunca a nuestro modelo constitucional.

Durante el período constitucional que vivimos, se eliminaron las tasas e impuestos para facilitar el acceso de los ciudadanos a la Justicia, para que la tutela judicial pudiera ser efectiva, e incluso cuando se implantó el IVA, las actividades vinculadas a la Administración de Justicia, honorarios de abogados y procuradores entre otros, estaban exentas del impuesto, para todos los ciudadanos, como las actividades médicas, impuesto que poco a poco se fue estableciendo para las judiciales.

El Ministro dice que los españoles pleiteamos mucho y que recurrimos mucho y para evitarlo ha decidió que quien pleitee pague el servicio. Así por ejemplo si un Ayuntamiento te encarga una obra y no te paga, si reclamas lo que de deben, te conviertes en un irresponsable pedigüeño y te cobran una tasa por reclamar lo que es tuyo...

Ahora, y es de lo que hablamos, además del 21 % del IVA, ha decidido incluir unas tasas, que a menudo pueden ser de mayor cuantía que el propio interés económico del recurso en el que carguen, tasas que se establecen con la clara finalidad, de disuadir a los particulares de economía ajustada, precisamente en un momento en el que la ruina asola el país. La Justicia y la Abogacía no desaparecen pero se ponen al precio del caviar y del Don Perignon, pues algunas de las tasas son superiores a una mensualidad del salario que cobran el 60% de los españoles.

Paradójicamente, también dice el Ministro que las tasas son para recaudar y atender el turno de oficio, que asiste a las personas que carecen totalmente de recursos, y que presumiblemente se incrementará desmesuradamente, ante el asalto que el ciudadano sentirá que sufre su cartera y la imposibilidad de pagarlo.

Lo que yo veo, en esa maraña de confusas declaraciones, es que se quiere eliminar el actual modelo, y lo mismo que se privatiza la medicina o la enseñanza, se quiere privatizar la Justicia, forzando, vía encarecimiento, con un desmesurado copago, a que el ciudadano resuelva sus problemas al margen del actual sistema judicial del estado, que es en donde entramos Abogados y Procuradores. Si la actividad judicial va a disminuir, nosotros, como colaboradores del sistema sobraremos en la proposición correspondiente.

Cuando digo nosotros, obviamente me refiero a todos los que estamos en el engranaje, Abogados, Procuradores, Peritos, Personal Auxiliar… Pero no solo nosotros, profesionales liberales, la carrera judicial también se verá afectada, pues si el propósito declarado, es disuadir de que se pleitee y de que se recurra, tampoco vamos a necesitar tantos Jueces ni Secretarios en instancias superiores, tales como Audiencias, Tribunales Superiores, Supremo y otros órganos judiciales colegiados, pues es elemental, que si no hay pleitos o no hay recursos, no se necesita organigrama de plantilla y esas carreras profesionales se verán notablemente disminuidas.

Evidentemente, es pronto para hacer la proyección numérica de las consecuencias, yo solo me limito a hacer el análisis, sin poner los ceros a los cientos o miles de personas que entre Abogados, Procuradores, Personal Auxiliar, etc… en el corto plazo  perderán su medio de vida, vamos que se apuntaran al paro los que puedan, porque la drástica reducción de ingresos no permitirá otra cosa.

Supongo, que las concentraciones a las que han acudido en fechas recientes, muchos Abogados y Procuradores, a lo largo y ancho del país, para mostrar su rechazo a la ley, serán para muchos las últimas de sus vidas corporativas. El canto del cisne de la profesión como la hemos conocido, quien quiera sobrevivir, tendrá que adaptarse a un modelo que todavía no ha nacido.

Serán creacionistas, pero ponen a prueba a diario la teoría darwinista, adaptarse o desaparecer.

 


 

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Comentarios(2):

derecho - 28-11-2012

Todo está cambiando pero para peor, parece mentira que el señor Gallardon sea abogado porque esta tirando piedras sobre su propia familia profesional claro que esta visto solo le mueve el afan recaudatorio sin más.

autonomo - 28-11-2012

Si el traabajo de abogado ya estaba dificil con esto de las tasas se puede poner imposible,mucho abogado,pocos clientes que repartirse y muchos impuestos que pagar por uno y otro lado,tasazo,ivas etc etc,esto se hace insostenible el tener un despacho ,vale mas ponerse de asalariado de una empresa y quitarse de preocuipaciones.Mas de un abogado se apuntará al paro este proximo año.