Noticias de Cantabria
11-02-2011 10:38

Cantabria y el Día Europeo del 112

Más de 500 millones de personas celebramos hoy el Día Europeo del 112, un servicio que, en nuestra Comunidad Autónoma, cumplirá dentro de pocas semanas doce años de vida.

Éste es, por tanto, un día idóneo para poner en valor la evolución experimentada por nuestro 112 – el 112 Cantabria – el teléfono único de emergencias, que se ha descolgado ya en más de un millón de ocasiones.

Más de un millón de llamadas de las que las primeras, apenas cinco al día, eran atendidas en una pequeña habitación de la antigua Diputación regional. Hoy más de cuatrocientas personas contactan cada día con nuestro 112, un centro moderno, tecnológicamente avanzado y atendido por personal cualificado, desde el que se reciben, gestionan y coordinan las incidencias que de ellas se derivan. Algunas grandes emergencias, otras, problemas cotidianos. Todas, sin duda, urgentes para el que las sufre.

Esta evolución no ha sido, en ningún caso, fruto de la casualidad. El 112 ha ido ganando en eficacia, en conocimiento y en utilización. Más eficaz, más conocido, más utilizado. Ésa es la receta que esconde el trabajo de muchas personas anónimas y el esfuerzo de varios años. 

Cuando en 2003 asumí la responsabilidad de los servicios de Protección Civil y Emergencias en la Comunidad Autónoma, el Gobierno regional se fijó un objetivo ambicioso: convertir al 112 en el corazón de la seguridad de Cantabria. Un objetivo que suponía un cambio en la misma concepción del servicio: de un mero receptor de llamadas había de convertirse en un centro de coordinación de emergencias. La razón era igual de simple: este Gobierno entendió, y sigue entiendo hoy, que la seguridad es la obligación principal de cuantas ha de cumplir cualquier poder público, además de la base del progreso de cualquier sociedad moderna.

Por lo tanto, la pregunta que nos hicimos fue ésta: ¿Cómo hacer del 112 un servicio más eficaz y más utilizado?

La primera pregunta hubo de resolverse a través de una fortísima inversión que nos permitió incorporar más efectivos, más equipamientos y más tecnología y, paralelamente, en un sustancial refuerzo de la colaboración con otras Administraciones públicas.

Gracias a esa doble vía de actuación se fue tejiendo una red estratégica de emergencias, que hoy, ya consolidada, da cobertura a toda Cantabria: son seis los parques de emergencias que, con más de un centenar de bomberos, están estratégicamente ubicados en distintos puntos de Cantabria. Además, se ha intensificado la colaboración con los parques de bomberos municipales y con otras Administraciones e instituciones con competencias en materia de seguridad como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la Unidad Militar de Emergencias, Cruz Roja y Federación Cántabra de Salvamento y Socorrismo, entre otras.

Por otro lado, el Centro 112 fue objeto de una total transformación que puso la tecnología al servicio de la seguridad: sistemas de información geográfica, de localización geográfica de móviles, de atención a discapacitados auditivos y múltiples medios audiovisuales.

Cumplido ese primer objetivo, era el momento de incrementar el conocimiento del 112, acciones divulgativas entre la población en general, entre los más pequeños, jornadas de puertas abiertas… Multitud de actuaciones que surtieron efecto porque los ‘deberes’ ya estaban hechos y el 112 era ya un servicio digno de confianza. La prueba más palpable son los datos objetivos: el año pasado recibió unas 150.000 llamadas y coordinó casi 60.000 intervenciones. Conocimiento y eficacia unidos al fin.

Pero si hoy es un día que nos permite echar la vista atrás y sentirnos orgullos, es también el momento de poner la vista en el futuro, buscando nuevas vías de innovación que nos permitan continuar incrementando los niveles de eficacia de este servicio.

Recientemente, hemos conseguido abrir una nueva ventana tecnológica en la que trabajamos intensamente: la integración de los medios de intervención y emergencia de las distintas administraciones públicas en el 112 de Cantabria, a través del desarrollo e implantación de herramientas telemáticas.  No se trata de una integración física sino operativa, que nos permitirá aprovechar todas las potencialidades de las nuevas tecnologías para ofrecer una atención aún más coordinada y rápida.

Así, se acortarán los tiempos de respuesta. El 112 podrá incrementar el flujo de información sobre la emergencia a la que estén haciendo frente los distintos servicios de emergencia. Un avance desde dentro hacia fuera, que repercutirá en beneficio de todos.

 

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