Noticias de Cantabria
24-09-2017 19:54

Las independencias catalanas

En estos momentos en los que parece obligado hablar de Cataluña por lo sucesos que están ocurriendo, vamos a recordar un poco su histórica. No es la primera vez que Cataluña ha querido tener su propio Estado independiente. Pero lo que son las cosas nunca lo ha conseguido, aun en mejores circunstancias que las que corren hoy día.

Amén de la Marca Hispánica, cuando todavía no estaban constituidos los reinos de la Península, hay que recordar cómo pronto se fusionó con el reino de Aragón con Ramón Berenguer IV, quien se calificó príncipe, pero nunca de rey.

El primer intento de separarse lo encontramos en el siglo XV. Se trata del enfrentamiento del rey Juan II de Aragón con su hijo el Príncipe de Viana. Los catalanes se inclinaron a favor de éste y le ofrecieron el condado de Barcelona, a la vez que imponían al rey aragonés, en las Capitulaciones de Villafranca del Panadés, la prohibición de entrar en Barcelona sin el permiso de la Generalitat. Después de la pronta muerte del Príncipe, los de la Busca (astilla) y los labradores se levantaron en 1462, contra la Biga, la oligarquía poderosa, para recuperar sus posiciones. En esta ocasión Juan II con ayuda del rey de Francia penetró en el principado sin permiso del Consejo. Los barceloneses levantaron un ejército para destituir al monarca.

En estas circunstancias ofrecieron el condado de Barcelona primero a Enrique IV de Castilla, si respetaba las Capitulaciones de Villafranca de Panadés. El rey castellano aceptó y con su ejército obligó el rey Juan II a levantar el sitio de Barcelona. Pero la hábil política del aragonés consigue la renuncia del Enrique IV de Castilla. Entonces los catalanes ofrecieron el condado de Barcelona a Pedro de Portugal, quien actuó a su favor, pero su muerte en 1466 en Granollers frustró este intento. Posteriormente ofrecen el condado a Renato I de Anjou, quien también se ve obligado después de algunos éxitos a dejar la empresa. Entonces el rey aragonés consigue dominar la situación, que logrará superar en las Capitulaciones de Pedralbes, sin que hubiera ni vencedores ni vencidos.

El segundo momento en la historia de Cataluña fue la supuesta independencia durante la rebelión de 1640 a 1652. Fue un sueño. Intentaron pasar a depender de la corona francesa. Richelieu les dio a entender que su régimen era mucho más duro y egoísta, que la suave y llevadera española. El supuesto héroe nacionalista fue en aquel momento Pau de Claris, que murió una vez proclamado conde de Barcelona al rey francés Luis XIII. Sin tardar mucho en 1645, el obispo de Vic, se dirigía el rey de España solicitando su intervención y que implantara la justicia de Castilla, para acabar con los abusos de los poderosos. Cuando Felipe IV, decidió por fin solucionar el problema y enfrentarse a la oligarquía catalana, las masas empobrecidas y desangradas por los poderosos le recibieron diciendo: «Viva la fe católica y el rey de España… Y muera el mal gobierno».

Teniendo estos intentos de independencia lo extraño es que hayan recurrido los actuales políticos a la guerra de sucesión de 1714, para justificar la independencia. Cuando no hubo ningún intento de separarse. En esta ocasión no hubo otro problema que inclinarse la población catalana por el archiduque Carlos de Austria, que les dejó plantados cuando al morir su hermano tuvo la oportunidad de alcanzar la corona imperial. Y examinando un poco los hechos el austriaco no era querido por todos los catalanes, y apostaban por él muchos castellanos. Partidarios de los Borbones había también en Cataluña, y hubo catalanes en las tropas del duque de Berwik, cuando, por fin, se dirigió a tomar Barcelona, y sin más se retiró Casanova a su vida privada.

Además quien suprimió la Generalitat no fue el rey Borbón, sino el propio Consejo de Ciento, en una cruel lucha entre las distintas oligarquías catalanas. Ahora no se habla, pero fue secular el enfrentamiento entre Barcelona y los diversos territorios catalanes. También debe recordarse que nunca tuvo tanta protección Cataluña para su engrandecimiento, como con la política de los borbones.

En el siglo XX, la proclamación de la República Catalana en octubre del 34, aprovechando las revueltas de las izquierdas en España, no paso de una ilusoria declaración. El actual referéndum del 1 de octubre, coincidiendo con el mismo mes que la proclamación de la República, parece llevar el mismo camino.

Estos son los hechos, que muestran la tendencia que ha tenido siempre esta región hacia la independencia, que nunca lo ha logrado, por un mal planteamiento, o porque naturalmente constituye un todo con España. Y porque, aunque con algunas dificultades y protestas, se ha llegado a formar una unidad en la que hay una mutua dependencia económica y cultural. Es inútil todo esfuerzo para deshacer esta comunión.

En el primer caso de separación que hemos expuesto, con la mayor lógica, como sería conveniente ahora, se terminó sin vencedores ni vencidos. El segundo intento finalizó suplicando la venida del rey español ante los abusos de los poderosos, y el clamor del pueblo pidiendo volver a España.

 

La mejor forma de acabar esto es con un reconocimiento de los valores que tiene cada uno, y tratar de crear una democracia fundada en los principios de este sistema de relación, que no es el votar, ni el sentimiento de unos exaltados.  

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Comentarios(1):

PAD - 04-10-2017

...No sé si Puigdemont y demás se podrían volver a encontrar con Roger de Flor y Roger de Lauria y sus almogávares que, en su ignorancia supina, quizás no sepa quienes fueron ni algunas de las hazañas que llevaron a cabo en nombre del Reino de Aragón; creo que por la península helénica aún no les han olvidado. Confio que en los años de cárcel que espero le caigan por sus aventuras y desventuras, se dedique a estudiar la verdadera historia del Reino de Aragón y llegue a la conclusión de que nunca existió el reino de Cataluña.