El señor Vidal de la CEOE quiere hablar en el Parlamento de Cantabria (¿?)

Para empezar, imaginamos amigos de la boina que cientos y cientos de cántabros también quieren hablar en el Parlamento, unos, los más clientelistas, para vitorear a sus políticos, y otros muchos más, para ponerles en solfa, y lo decimos finamente, por lo poco que trabajan, lo mucho que cobran y lo escaso que hacen por Cantabria. 

La verdad es que la petición del señor Vidal ha sorprendido a propios y extraños, pero para todos ha sido como una salida de pata de banco en este verano de sequía en que hemos entrado. En efecto la CEOE y todas las asociaciones, organismos tienen un organigrama jurídico normativo de funcionamiento (ver Estatutos) y no porque se le antoje al responsable de turno se va a cambiar la ruta y diga de repente… ahora quiero hablar en el Parlamento. Ya saben el dicho popular de -líbrenos Dios de salvadores, con los que ya tenemos son suficientes-

La comidilla de Santander, muy preocupados siempre de la vida del vecino, dicen a “lo bajines” … igual Vidal quiere dar el salto a la política, ¡tiemblen políticos, ¡ y esta comparecencia que pretende es el principio de una carrera política llena de éxito, que le deseamos sí así fuera. Que nosotros sepamos Lorenzo Vidal no nos ha dicho que quiera ser presidente de Cantabria, pero todo se andará, va dando sus pasos. Estoy seguro que sacará algún chascarrillo y nos hará reír a todos como aquello que dijo: “invertir en Cantabria es una cuestión de alto riesgo” … aunque no fue contestado por ningún miembro del Gobierno Revilla, luego pudiera ser cierto.  

Para empezar, ¿quien es Lorenzo Vidal? Se trata de un concesionario-empresario de vehículos de una afamada marca francesa que a través de una asociación de concesionarios se presentó a las elecciones de la CEOE y debido al desgaste y a la desacreditación de esa asociación se aupó a la misma sin oposición. Para todos los ciudadanos la CEOE es muy conocida, se trata de una asociación extractiva como la Cámara de Comercio, de legitimación y representación muy dudosa, y que fue conocida como “la casa de los líos”. Al principio Vidal cuando le conocimos nos pareció, seamos sinceros porque le apoyamos, que con él llegaba un viento fresco del norte que podría revitalizar, potenciar y poner en su sitio a una asociación de empresarios hundida, que debiera ser parte fundamental de nuestra sociedad, aunque no represente a todos los empresarios sino una parte de ellos, pero no fue así.

Han pasado unos años y esa asociación de empresarios dirigida por Vidal se ha convertido como sí fuera una empresa propia, exclusivamente presidencialista y para que le aplaudan ha puesto su camarilla de amigos empresarios. Y poco más. No ha cumplido sus obligaciones de presentar proyectos, propuestas, denuncias, debates sectoriales de verdad con empresarios de verdad, convertirse en parte de la sociedad de Cantabria, no ha sido tenida en cuenta por el Gobierno de Cantabria, salvo en actos institucionales, fotos, saraos y demás cuestiones intrascendentes. Vidal se ha sentado por su cargo en distintas instituciones como Sodercan y otras, y nunca que yo sepa ha dicho si esas instituciones van bien o van mal, son necesarias, había que cambiarlas para favorecer el crecimiento de la comunidad y de los empresarios a los que representa, luego ha aceptado la situación, el sistema ¿de qué quiere quejarse ahora el señor Lorenzo Vidal si es que ese es el motivo de querer ir al Parlamento? ¡A buenas horas mangas verdes! Porque si propone un acuerdo marco económico institucional de recorrido y serio nada más tiene que presentarlo al Gobierno y a los medios de comunicación. A mí no me consta

Pero sigamos con la petición que ha realizado a la mesa del Parlamento que imaginamos será rechazada de plano. Insistimos, a muchos presidentes de instituciones, de asociaciones, de vecinos incluso, y a nosotros mismos que representamos a miles de lectores diarios fidelizados con nuestro periódico digital, con nuestro pensamiento (éste si es de alto riesgo) que diariamente lo exponemos con el peligro que ello conlleva de enemistades y rencillas, nos gustaría exponer lo que pensamos de la situación de Cantabria en el Parlamento. Pero como eso no es posible nos hemos gastado el dinero y el intelecto para tener un digital y decirlo públicamente en libertad, todo ello a pesar de las críticas frente a los de siempre que quieren que nada cambie en Cantabria para seguir siempre ellos “subidos al machito”

La CEOE cómo la CAMARA, y tantas otras instituciones y organismos de Cantabria tienen una naturaleza anodina, extractiva, nada productiva y poco o nada ofrecen al ciudadano de Cantabria salvo vivir de subvenciones y tener facilidades del crédito para seguir sobreviviendo como es el caso de la Cámara que adeuda 400.000 € de préstamo de la empresa pública Sodercan cuando debería haber acudido a una entidad bancaria y no a una empresa pública o a consejerías como viene haciendo, y el Gobierno aceptando.

Otra línea de opinión sería que la Mesa del Parlamento acomode el Reglamento y que admita su propuesta para ver qué nos dice, pero adelantamos que no puede ser ya que generaría un precedente. No se conoce ningún antecedente salvo el de la Sra. Manjón en el Parlamento de España y por un hecho extraordinario. El Sr Rosell presidente nacional de la CEOE nunca ha pedido hablar en el Parlamento, ni falta que le hace.

Cantabria es diferente y aquí los bolos se montan como cada uno quiere y puede, pero también le tenemos que preguntar a Lorenzo Vidal de qué quiere hablar porque desde que ocupa la CEOE poco o nada ha dicho. Hay problemas importantes que podría haber expuesto y se ha limitado a mandar notas de prensa y poco más. O cuando menos haber formalizado escritos con sello de entrada en el Parlamento, en las consejerías varias, que creo que tampoco ha hecho. En conclusión, la petición corresponde resolverla a la mesa del Parlamento, aunque es improcedente amén de que no representa a todos los empresarios ya que llegó a la CEOE por cansancio, abstencionismo y aburrimiento del empresariado en general. Y seguimos igual, cansados.