Noticias de Cantabria
26-06-2017 01:01

Lobos solitarios que matan y se matan

Las comunidades islámicas han crecido fuertemente en los últimos diez años, pero con resultados nefastos - de muerte y destrucción-, que han llevado a cabo musulmanes defensores del radicalismo, el fundamentalismo, islamismo, integrismo...

Sombras y pocas luces, pocas luces y muchas sombras… se vienen sembrando en las últimas décadas -en territorio europeo- por los creyentes de Mahoma. Lobos solitarios que matan y se matan en la Unión Europea, y que perteneces a IE (Estado Islámico, aunque no sea Estado ni islámico), que respetan su religión pero no la de los demás…

Es evidente, y desde el punto de vista táctico, que los ataques suicidas en la UE (Unión Europea) contemporizan más con los pilotos kamikazes del imperio nipón durante la II Guerra Mundial- que con los terroristas de Al Qaeda.

“Ni el mejor servicio secreto del mundo es capaz de desarticular la acción de un lobo solitario”, sentencia en un artículo en el ‘Jerusalén Post’ el israelí Yossi Melman, experto en seguridad. “Se pueden infiltrar agentes, vigilar mezquitas, pinchar teléfonos y kackear ordenadores. Pero es imposible meterse  en la cabeza de un persona que un día decide convertirse en terrorista”, añade.

El aumento de los grupos yihadistas corre en progresión geométrica, debido a la existencia de una red de centros destinados a coordinar nuevas remesas de “lobos solitarios suicidas” (verdaderos diablos en el arte de matar, pues para ellos es un arte), en la creencia de que matando al mayor número de infieles alcanzarán el ‘paraíso tan ansiado. Porque los terroristas de IE pueden surgir en cualquier momento, actuando incluso sin previo conocimiento de sus familiares más allegados. Esto es la triste historia que estamos viviendo en la Comunidad Europa, y en el día a día…

Cuando los grupos extremistas se encuentran en apuros, ya que pueden ir perdiendo terreno, influencia y sufren, al mismo  tiempo, derrotas de tipo militar, es cuando  asumen ataques de ‘lobos solitario’ para mantenerse en las informaciones de la opinión pública mundial. Y es que estos grupos extremistas escogen la figura de lobos y solitarios porque son difíciles de detectar y de cogerles con vida, porque en numerosas ocasiones se suicidan en el nombre de Mahoma…Debemos ayudar siempre a las Fuerzas de Seguridad de los Estados europeos, en la lucha contra estos desalmados, locos y con muy malas intenciones, cuya misión actualmente es la de… ¡matar!

El uso y abuso de los tóxicos ha sido utilizado y está demostrado hace miles de años por ciertas religiones, sectas, medicinas y distintos poderes establecidos por las personas, para obtener estados de predisposición hacia los mensajes o teorías que predican los ‘súper-hombres’ o líderes, y así conseguir el mayor número de prosélitos. Quiero entender que- los terroristas del EI- que actúan en la Comunidad Europea no están muy lejos…de la toma de drogas, para cometer muertas violentas irreparables.

Este fundamentalismo islámico ha llegado a cotas de terror, miedo e incertidumbre en las sociedades occidentales, y, sin duda,  en su más alto grado: muertes masivas de seres humanos civiles e indefensos. Largo y tendido podemos escribir sobre el terror-sus consecuencias-, pero he aquí tres hechos fundamentales: el 11-S (atentados en las torres gemelas de Nueva York, 11-09-2001); 11-M (atentados en la estación de Atocha en Madrid, 11-3-2004), y 7-J (atentados en metro y autobús en Londres, 07-07-2005). Este es, concretamente, el terrorismo en el Viejo Continente. Y ahora ha vuelto para matar por matar, y en el nombre de Mahoma…

Cuando pasaron los hechos luctuosos del 11-S, no sacamos las correspondientes lecturas del citado suceso: poner nuestras fronteras a buen recaudo, tamizando los posibles huecos-que los había-, en nuestros  puertos, aeropuertos, ferrocarriles y carreteras. Y es que lo ocurrido en el 11-S (EE.UU.), muy a nuestro pesar, se gesto y se seguirá gestando en naciones-territorios- europeos. En las ciudades hay muchos Abdulah, Musafa, Yasser... dispuestos a morir, si así se lo indican, en cuestión de pocos segundos y empleando técnicas “kamikaces”: basta con sujetarse a la cintura un pequeño número de pequeñas bombas, saltar por los aires, y asunto concluido.

Es curioso: vendrá un día no muy lejano en que, si uno de nosotros nos sentimos amenazados por el terrorismo islámico, a indicaciones de un juez, tendremos que abandonar nuestros domicilios para siempre y marcharnos a ninguna parte. Un sinnúmero de atemorizados vecinos pondrán sus miedos--como denuncia--ante la autoridad anteriormente mencionada, y dicha autoridad para satisfacer esos miedos -incontrolados y contagiosos-, dictará la sentencia correspondiente para que el abandono del domicilio sea ejecutivo. Triste y mala sentencia de su señoría, pero así será... si no llegamos a curarnos en salud, y erradicar de Europa-de una vez para siempre-, el terrorismo islámico. Mas debemos entender que Europa, aparte de la amenaza totalitaria de raíz religiosa islámica, ha estado enferma y sigue estando como consecuencia de amenazas surgidas dentro de organizaciones extremistas de izquierdas, y que parten como, a manera de sedimento, del ciclo de protestas acaecidas a finales de los años sesenta.

 

Debemos controlar a los imanes radicales mediante leyes-esfuerzos-administrativas y jurídicas, pues los primeros son directores de conciencia de aquellos musulmanes más débiles, para convertirlos en portadores del terror en Europa. Uno entiende que ha de existir el derecho al pensamiento y a la libertad religiosa, mas hay que combatir al terrorismo islámico con el imperio de la Ley, y siempre dentro del marco democrático con penas más severas. Nunca la pena de muerte, pero sí la cadena perpetua. Esta última existe hoy en día en Francia. Los canales mediáticos del EI han editado un póster en el que aparece un dibujo de una mano con una pistola acompañado de un texto en inglés que reza: «El lobo, un soldado del EI ahí donde tú estás». En la parte inferior aparecen ocho banderas: la española, acompañada de las de EE.UU., Rusia, Reino Unido, Alemania, Francia, Bélgica y la UE.

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