Noticias de Cantabria
15-05-2017 00:45

Emmanuel Macron candidato del globalismo

El candidato Emmanuel Macron ha logrado una amplia victoria. ¿Cómo un hombre sin partido ha conseguido estos resultados? Tiene que haber alguna coartada. Creo sinceramente que, con esta elección, la mayoría de los ciudadanos europeos han perdido.

Fuerzas sospechosas han intervenido en esta ocasión. No deja de sorprender, que ahora, una vez dados los resultados, aparezcan alineados tanto la derecha republicana como izquierda socialista, que han caminado sin orientación humanista, y siguiendo lo que les trazaba: «lo políticamente correcto», esto es, los ecos de los poderes en la sombra de las grandes economías. Han aprobado este resultado tanto el dinero saudí, como el lobby judío, a lo que se ha unido la banca Rothschild donde trabajó Mcrón, a lo que ha seguido la unión de Organizaciones Islamistas de Francia, y a donde no ha faltado el Gran Oriente francés. A su favor  han respondido, también, los grandes medios de comunicación, y la totalidad del poder financiero. Y como dirigido por estas fuerzas ocultas se ha alistado asimismo el mundo político, comenzando por Unión Europea,  y siguiendo los partidos políticos españoles del PP., del PSOE y de Ciudadanos.

¿De dónde procede tanta unanimidad? Fuerzas tan dispares es difícil que hayan concurrido a estos acuerdos. Responde a fuerzas ocultas que saben mover los hilos para conseguir esa unanimidad. Se trata de un poder avasallador, que no le importan los candidatos que defienden los derechos humanos, sino los que les sirven para conseguir sus objetivos económicos en un mundo globalizado.

Los franceses debían decidir entre dos proyectos antagónicos: Continuar ascendiendo por la senda de la globalización con Macrón o apostar por un proyecto de identidad nacional con cierta limitación de Bruselas – no de Europa – y abogar por recuperar las competencias del Estado, ahora en manos de la Unión Europea.

Alguien ha montado la propaganda para esta victoria que ha estado planificada. Se ha comenzado desechando a Le Pen, para ello se le ha motejado de ideología, lo cual se ha hecho fácilmente disponiendo de la prensa, y atribuyéndole los calificativos de ultradereha, fascista, racista o epítetos similares. Aunque no sea verdad, y sin que se sepa por qué motivo se usan esos calificativos, ya está descalificada. No obstante, el Frente Nacional ha tenido una gran aceptación en Francia, ha sido votado por inmigrantes de la primera generación, por obreros cansados del desamparo que viven con los partidos en el poder, pero en el totalitarismo que se busca, no está por esos valores. Además, se trata de un partido que está rigiendo muchos municipios, sin que haya ninguna queja de mala administración, ni de lesión o mengua de los derechos fundamentales, pero esto no se publica en la prensa, ni interesa a ese rodillo globalizante.

Por el contrario, ¿qué ha ofrecido Macron en su vida? Ha sido un trabajador de la gran banca,  ha formado parte de un Gobierno que ha aprobado leyes liberticidas, como aquella que prohibía informar a las mujeres que van a abortar de las acciones alternativas de que podría disponer; se ha manifestado indiferente a cualquier tipo de uniones familiares y es partidario del aborto. La «Manif pour tous» pidió el voto contra Macron, porque «Es abiertamente antifamilia y piensa antes en el dinero que en el ser humano», aboga por «Maternidad subrogada, el fin de los derechos de los huérfanos, la identidad de género, más impuestos para las familias». Son algunas de las medidas que tomaría Macron y que, para la «Manif pour Tous» suponen una amenaza para las familias y a larga para la civilización. Macron en El Elíseo significa «una transformación de la civilización» que llevaría a «nuevas injusticias y desigualdades para las mujeres y los niños».

La catástrofe en Francia ha llegado a tal punto y  Hollande lo ha sentido tan claramente, que no se ha atrevido a presentarse de nuevo. Y Macron fue en ese gobierno ministro de Economía, y no fue nada brillante en el desempeño de su oficio. ¿Se puede pensar que ahora Macron hará una política distinta, y que promoverá una económica diferente? ¿Qué esperanza hay de que, en el futuro, su política va a ser eficaz para sacar a Francia de ese hoyo, que le metieron los anteriores gobiernos?

La economía francesa marcha mal. En tiempos de Sarkozy se creó un comité para arreglar esta materia, y ¡qué causalidad uno de los miembros era Macron! Y no se solucionó nada. Luego fue ministro de economía con Hollande. ¿Cuáles fueron los resultados? Caminar hacía el desastre. Con estos antecedentes ¿tiene visos de haber algún cambio?

Francia está en crisis, por el terrorismo islámico y Macron ha manifestado que el islam no es problema. La inmigración descontrolada está hundiendo el orden público, y Macron defiende la llegada de la inmigración  para solucionar el déficit de nacimientos. El campo francés ha sufrido estos últimos años y los labradores están a punto de estallar, y Macron ha participado en el gobierno sin dar soluciones. La educación naufraga por la total desorientación del partido socialista con las medidas tomadas cuando Macron estaba en el gobierno. 

No estamos ante un hombre nuevo, tiene triunfos en su participación en la banca, y es un desastre en su acción política. ¿Qué futuro se puede esperar?

Grandes fuerzas económicas le protegen y le han elevado a esas alturas de la Presidencia del Gobierno francés, a quienes no importa la política, sino la liberalización de la economía y que superando las trabas de los Estados, tengan libertad sin freno para sus acciones financieras.

 

La globalización está por medio. Ese sistema económico que tiene la desigualdad como motor de su desarrollo. Es el vehículo a través del cual se ha formado el capital mundial con la eliminación de las barreras al comercio de bienes y servicios. Ningún rincón del mundo se escapa de esa tiranía del mercado.

Sé el primero en comentar