Las primarias...

Cuando han llegado los partidos emergentes, queriendo dar lecciones de democracia a quienes ya la hemos practicado durante décadas; y creen que han venido a salvarnos a quienes hemos ya creado, con nuestro esfuerzo y el de nuestros padres y de los suyos, el estado de bienestar, y nos pretenden convencer de que las “primarias” es el mejor sistema democrático. Puede, o ¡no!; y los demás han ido por esa senda, atados al dogal del populismo….

Y veamos algunos ejemplos de cómo han caminado…

El PSOE, uno de los abanderados y pioneros de las elecciones primarias en España, posiblemente esté confuso con las mismas; recordemos las experiencias de Borrell, Almunia y más recientemente, Pedro Sánchez, el ganador de las últimas primarias y el perdedor de las elecciones generales.

El PP ha ido a remolque de la moda y habrá observado cómo en algunas Comunidades Autónomas ha tenido problemas en sus elecciones primerias; Cantabria es el ejemplo, sin ir más lejos. Y ahora van a entrar en un proceso de “primarias” en las juntas locales, dónde puede haber cuchilladas cuerpo a cuerpo.

¿Y Ciudadanos y Podemos?. Pues Ciudadanos, a pesar de defenderlas, ha intentado “amarrarlas” bien y segar la posible “disidencia”, y que algunos han acabado por marcharse con viento fresco. Lo de Podemos ya lo sabemos: un partido de tipo troskista, dónde quien pierde, queda laminado, como es el caso de Errejón, al que ya no le dejan ni expresarse en la SER. ¡Qué democracia!. Lecciones de democracia, las justas.

Pero en todas partes cuecen habas, como dice el refrán y ahí tenemos a otros países como Gran Bretaña, Alemania o Francia, dónde las primarias les ha dejado maltrechos; en el país galo, sólo hicieron primarias el Partido Republicano y el Partido Socialista, es decir las dos fuerzas históricas del vecino país. Resultado: ninguno de los dos candidatos pasaron de la primera vuelta e incluso alguno se cuestiona si los perdedores de las mismas, Sarkozy y Valls hubieran obtenido mejores resultados, hasta el punto de que hubieran podido pasar a la segunda vuelta alguno de ellos y no el endeble Macron.

Ahora en España tenemos las elecciones primarias, a cara de perro, entre los tres líderes del PSOE y hay que hacer un doble análisis:

a)    Por una parte, nadie pudiera pensar que están luchando por la obtención de más votos de sus afiliados, pues sólo están criticando al actual gobierno de Rajoy y no de presentar las mejores opciones para dirigir el PSOE y luchar posteriormente para intentar ganar unas elecciones generales. ¡Salvo que la carrera se dirima entre quién más critique al PP y Rajoy!. Y entonces, en esta tesitura, no nos extrañe que entre Pablo Iglesias en liza con un extemporáneo anuncio de moción de censura, echando un pulso a los adversarios de Pedro Sánchez y riéndose de las instituciones españolas (así son los antisistema).

b)    Y los afiliados del PSOE y la ciudadanía que podría votarles en un futuro, está confusa. Puede suceder que gane Pedro Sánchez, por ser el favorito de la afiliación del PSOE, muy escorada a la izquierda y encantada con los planteamientos podemitas, pero después va a ser difícil ganar unas elecciones, como le ha sucedido en Francia a Benoit Hamon, que ha dejado al Partido Socialista galo a un 6,36 %. Y también le sucedió ya al mismo Pedro Sánchez.

Como corolario y conclusión de esta situación, creo que hay que exigir a cada partido político que se desenvuelva en su organización por procedimientos democráticos, pero que cada uno, en función de su cultura y organización, lo haga como consideren conveniente sus afiliados; obligar a todos a pasar por un determinado procedimiento, ya vemos a dónde les ha llevado a algunos.