Noticias de Cantabria
Editorial 22-04-2017 10:43

Una rubia no tan tonta, ¿o sí?

Las lágrimas de cocodrilo valían antes, ahora poco o nada. El otro día por televisión se pudieron ver las lágrimas, verdaderas o falsas, de Esperanza Aguirre, que nosotros la llamábamos la de largo swing, diciendo entrecortada que sería una pena para ella que Ignacio González su mano derecha igual que lo fue Granados ahora en el trullo etc. fuese declarado culpable.

Esa declaración entrecortada, que cualquier buen abogado le hubiese dicho que no lo hiciese, deja mucho que pensar. Las siente (las lágrimas) de verdad o simplemente pretende que lleguen a Ignacio González para decirle, por favor cállate.

La segunda parte es cuando el proceso judicial siga adelante y el fiscal empiece hablar de años de prisión; en ese momento, la boca se puede calentar y el cuerpo ablandar, y es ahí, donde las lágrimas de Esperanza Aguirre pueden trocarse en lágrimas verdaderas porque nadie puede entender que durante tantos años `la rubia` como la llaman ahora y otros "la rubia tonta" no supiese nada.

En derecho dicen los abogados que la ignorancia no exime del cumplimiento de las normas, y en este caso, Esperanza Aguirre, persona formada y culta, sólo que no es la infanta Cristina, acreditada judicialmente como verdadero florero, debería de haber estado In vigilando. Y no dedicándose a urdir y tramar o lo que es peor en `Babia`. En este país ya no valen lágrimas de cocodrilo, en este país hay que acabar de una vez por todas con la corrupción pero es muy importante, primero acabar con la corrupción de antes y de ahora para que pasado mañana ya no haya más corruptos.

Y decíamos recientemente ¡caiga quien caiga ¡Y si es inocente, que no lo dudamos,salga impoluto porque  se debe aplicar siempre el principio de presunción de inocencia Ahora bien el caso Aguirre es demostrativo que los políticos en este país, lo hemos dicho muchas veces,  solo tiene fachada, algunos ni eso, y contenido intelectual profesional, nada de nada. "Salvo raras avis",muy raras

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