Noticias de Cantabria
06-02-2017 15:01

¿Manifestaciones contra Donald Trump?

Según la gran prensa hay una gran cantidad de manifestaciones contra los decretos-leyes de Donald Trump, y se declara soliviantada por su forma de comenzar a gobernar.

Ante este hecho la primera pregunta que se presenta es: ¿Contra qué decreto-ley se manifiestan? ¿Contra el que ha vetado la entrada de musulmanes? Parece que no se sabe leer, en su decisión no hay un veto a los musulmanes, como tal religión, y en consecuencia no se lesiona la libertad de religión. Lo que ha hecho es suspender la entrada de refugiados durante tres meses, mientras se estudie la concesión de visados, y sólo para siete países de mayoría musulmana, con un significado historial terrorista: Siria, Irak, Libia, Irán, Sudán, Somalia y Yemen, hasta que se establezca un protocolo para asegurar que no vayan a entrar terroristas, o promotores de terrorismo, porque estima que hasta ahora  no ha habido un filtro suficiente de control.

Cómo se ha asustado tanto la prensa no sólo americana sino también europea. ¿Es que las medidas de este tipo son nuevas? ¿No las puso Obama en 2011, cuando el FBI advirtió que dos miembros de Al Qaeda habían entrado como refugiados, y se encontraban en la lista de espera para ingresar en el ejército norteamericano? En aquella ocasión suspendió las solicitudes que se habían hecho durante seis meses, un tiempo doble del de Trump. ¿Quién se enfureció en los medios de comunicación para acusarle, como se hace ahora por una disposición, aún menos severa, como si fuera una amenaza a los valores norteamericanos? Nos hemos enterado ahora que no es nuevo, que también Obama actuó así.

Meterse con Trump es algo que se ve hasta bien. A veces el furor con que se hace, demuestra una mala voluntad o una desinformación, porque creo que muchos actúan movidos por el gran alud de recelo que se ha levantado contra su actuación, pero sin advertir cuál es la voluntad del pueblo americano que le ha votado. Y que le ha votado, porque no querían la política que estaba dominando el poder, e imponía «lo políticamente correcto» en contra de los valores humanos, que han mantenido durante tantos siglos la sociedad occidental.

Y no hablemos de las deportaciones, pues a la política de Obama nadie ha querido acusarla, pero fueron dos millones y medio los que proscribió en sus años de gobierno. Mas con esto nadie se dio por molesto y no tenían nada que criticar.

No se deja de hablar de la amenaza de construir un muro en la frontera de México. En verdad no es nada nuevo, pues hay también otros países que defienden sus fronteras con muros. Además a Trump no le falta tanto para terminar, pues en las zonas más conflictivas ya había hecho el muro Clinton. No entiendo que se haya gastado tanta tinta con la famosa promesa del muro. ¿Quién gritó, cuando Clintón hizo más de mil kilómetros se muro?

Me parece, que no se va contra Trump por estos motivos, hay algo más profundo por lo que se le ataca. Algo que Obama estaba promoviendo y que había constituido como «lo políticamente correcto», y que nos ha llegado a inundar. ¿Por qué Obama se empeñó tanto con Hillary Clinton, y no ha cesado, después de salir del cargo de Presidente, de amenazar con toda clase de acciones? No es por esta forma de gobernar, sino porque se han quebrado los grandes movimientos feministas que había promovido.

Ninguna prensa ha dado publicidad a la manifestación «pro vida» que se ha celebrado en Washingtong, donde asistieron más de un millón de personas, y sin embargo a un reducido número de feministas presididas por Madonna, y que no han hecho nada por los emigrantes, se le dio una publicidad exagerada.

En ningún medio de publicidad se ha hablado de la supresión de las subvenciones a la Planned Parenthood, la mayor asociación promotora del aborto en todo el mundo, y a la asociación feminista que impone su ideología discriminatoria en todos los países, y que ha llegado arrasando también a nuestra patria. Y que con el apoyo y subvención de Obama se han llegado a imponer y exigir obligatoriamente en todos los Estados.

No nos adelantemos en censurar a Trump, dejémosle que empiece a gobernar y ver los resultados de su gestión. Lo que hasta ahora hemos tenido nos está llevando a la destrucción de la persona y de la sociedad, y se ve claro que con la política de «lo políticamente correcto», los derechos humanos están desapareciendo, porque ya no son los que nos ha impreso la naturaleza, sino los que unos partidos nos quieren imponer. Y advirtamos que las primeras acciones de Trump han servido para que la ONU empiece a echar lastre, de los vicios de la época anterior. Tengamos en cuenta aquel refrán español: «Del agua mansa líbreme Dios, que del torrente ya me libro yo».

 

 

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