Noticias de Cantabria
El criticón 08-01-2017 12:29

La democracia USA hace aguas

Pedro Arce Díez.- Ya en plena campaña se habló de manipulación del proceso electoral americano; y fue precisamente Donald Trump quien primero habló de ello, tratando de curarse en salud. Y cuando se produjo el triunfo electoral de éste y salió el rumor de que su triunfo podría estar influido por la actuación de Rusia, lo negó tajantemente. ...

Ya en plena campaña se habló de manipulación del proceso electoral americano; y fue precisamente Donald Trump quien primero habló de ello, tratando de curarse en salud. Y cuando se produjo el triunfo electoral de éste y salió el rumor de que su triunfo podría estar influido por la actuación de Rusia, lo negó tajantemente. A pesar de que presumió de su buena relación con el presidente ruso, Vladimir Putin.

Pero ahora, antes de que tome posesión, los informes de la NSA, la CIA y el FBI son tajantes, al afirmar y demostrar que Rusia y sus “hackers” trabajaron para desacreditar a Hillary Clinton y a favor del triunfo de Trump, y éste ha tenido que admitir la tozuda realidad y sólo se le ocurre decir que ello no influyó en el resultado electoral y que se trata de “una caza de brujas política” de los demócratas. Y, para más inri, anuncia el cese fulminante de alguno de los responsables de estas agencias, en concreto James R. Clapper, director de la Inteligencia Nacional, en una clara actitud de “matar al mensajero”, pues no le ha gustado el mensaje que traen después de una ardua investigación que le deja al descubierto.

Según parece, detrás de todo este tinglado están RT y Sputnik y según el informe de las agencias de inteligencia americanas, esta intervención no estuvo ligada al “conteo de los votos”, sino a las maniobras para desacreditar a Hillary Clinton ante sus propios votantes. Y el informe analiza el rastro de las operaciones cibernéticas realizadas desde la Rusia de Putin, con tan alto calado que “acciones de este calibre no pudieron tener lugar sin la aprobación del presidente de Rusia”.

Parece que el Klemlin tuvo una gran incidencia durante la campaña electoral, intensificando su actuación en la medida en que las encuestas daban como ganadora a Clinton, para equilibrar la balanza y hacer que fuera Trump el vencedor. Según estos informes, el Departamento Central de Inteligencia ruso (GRU) se camufló en los hackers Guccifer 2.0 y DCLeacks para difundir información falsa que indujera a los electores (Hillary corrupta, que tenía problemas físicos y mentales, etc.). Y fue tal la participación, que diplomáticos rusos “habían denunciado públicamente el proceso electoral estadounidense y cuestionado la validez de los resultados”, en el caso de un fracaso de Trump, y preparando un hasthag #DemocracyRIP#.

Y cuando ganó Trump, “Rusia celebró su triunfo” y responsables al máximo nivel rusos, incluidos altos cargos del gobierno, celebraron el triunfo por todo lo alto; esto debe poner los pelos como escarpias, especialmente a los propios americanos y, también a otros países aliados, como es el caso de la Unión Europea y España.

¡La situación es de una gravedad inusitada!

Y en otro sentido, Rusia actuó lanzando propaganda en sus medios de comunicación Sputnik y RT (la antigua Russia Today), a la cual financió con 190 millones de dólares.

Y el tema tiene una profundidad tal, que nos hallamos ante una lucha por la hegemonía mundial y por ello, el aún presidente Obama ha manifestado que “Putin no es de los nuestros”.

Pero el principal aspecto de este “affaire” es que el triunfo electoral de Donald Trump queda comprometido y muchos americanos y millones de personas de otros países, tengamos la duda de si se produjo una intromisión en un proceso electoral que al final ha podido ser un auténtico “pucherazo”, lo que dejaría al gran país de los EE. UU. en una situación esperpéntica, pues muchos han pensado que es la propia imagen de la transparencia democrática.

 

Queda también en entredicho la propia imagen del país americano ante todo el mundo y la de Donald Trump como la de un posible tramposo que ha jugado con las cartas marcadas; esto en el Oeste se hubiera sustanciado de otra manera y en estos tiempos debe quedar muy claro, para que no haya el menor atisbo de duda, llegando si preciso fuere al “impeachment”, pues por mucho menos se provocó la dimisión de algún antepasado suyo en la presidencia de los EE. UU.

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