Noticias de Cantabria
19-08-2016 06:46

Apuntes económicos de Cantabria

A finales de 2013 la economía española tocó fondo en la crisis que comenzó en el 2008. En consecuencia, desde el inicio del año 2014 la economía española y cántabra inició una senda de recuperación de sus cifras macroeconómicas que se trasladó también al mercado de trabajo.

Los datos de la Encuesta de Población Activa, publicados recientemente son indicativos de ese recorrido. Disminuyeron los parados, aumentaron los ocupados y la tasa de paro se redujo en cerca tres puntos con respecto al segundo trimestre del año anterior. Buenas noticias,  sin duda, que se deben de celebrar y han de servir de estímulo para todos aquellos involucrados en la mejora del mercado de trabajo: gobiernos y agentes sociales y económicos. 
No obstante estos resultados no nos deben de ocultar la dimensión del camino recorrido y, sobre todo, lo que queda por recorrer si lo que se pretende es recuperar los niveles de actividad económica y de empleo de antes de la crisis. Queda muchísimo por hacer. Veamos.
En el año 2008 el PIB de Cantabria alcanzó la cifra de 13.279 millones de euros. Este fue el volumen más alto nunca conocido. Desde ese momento la economía comenzó a decrecer hasta llegar a su nivel más bajo a finales de 2013, año en el que el PIB regional apenas llegó a los 11.757 millones de euros. Es decir, en cinco años, la economía de Cantabria perdió el 11,7% de su producción. Aunque se debe de resaltar que ese comportamiento no fue uniforme en todos los sectores productivos, pues si bien los servicios redujeron su producción un 1,7 por ciento la industria lo hizo en un 17,2, el sector primario en un 24,2 y la construcción un 52,6. 
A partir de esa última fecha se inicia la senda de la recuperación y de crecimiento de la economía manera ininterrumpida hasta la actualidad. Los últimos datos, correspondientes al último trimestre de 2015, nos indican que el PIB de Cantabria alcanzó los 12.171 millones de euros. Quiere esto decir que en dos años Cantabria ha recuperado el 3,5% del PIB perdido durante la crisis. Una cifra importante sin duda, pero también no dice que a ese ritmo recobrar la totalidad del nivel de producción perdida llevará cinco años y medio más. Es decir, no llegaríamos al nivel del PIB del año 2008 hasta el año 2022. La crisis duró cinco años y medio, la recuperación (suponiendo que no se quiebre), nos puede llevar cerca de ocho años. 

Un elemento añadido a lo anterior hace referencia al cambio en la estructura productiva que se está produciendo en la economía de Cantabria. En la tabla se observa el peso relativo de los diferentes sectores productivos antes de la crisis y los referidos a los últimos datos publicados, primer trimestre de 2016.

AÑO          Agrario y pesquero     Industria         Construcción           Servicios

2008                  1,7                       19,9                    11,3                       58,5

2016                  1,2                       17,8                    6,4                        65,5   

Destaca la perdida, teniendo en cuenta su peso en la economía, del sector industrial y de la construcción y el crecimiento en siete puntos de sector servicios. Esta evolución tiene su correlato con el hecho que la productividad y los niveles de calidad del empleo se deterioran por la merma en casi dos puntos de la contribución del sector industrial. Sector que desde el inicio de la recuperación global, en el año 2013, sigue en cifras negativas frente a la recuperación, en ese periodo de los servicios y de la construcción.  

Así pues no se debe de perder la perspectiva para poder valorar lo que se ha conseguido y sobre todo el camino que queda aún por delante. En este contexto conviene analizar algunas cuestiones que, sin duda, añaden incertidumbre al futuro. 

Por un lado se deben de tener en cuenta la baja calidad del empleo que se crea y los sectores en los que se concentra. De los 13.700 empleos creados por la economía de Cantabria desde el inicio de 2014, la construcción aportó 6.100, los servicios 8.000, el sector primario 100, mientras que la industria ha seguido destruyendo empleo en este tiempo. Concretamente 500 empleos menos a la vez que en dicho periodo su contribución al PIB se redujo en 35,5 millones de euros. Es decir, no hay expectativa de más empleo en sectores productivos que no sean solo la hostelería, el turismo  o la construcción. Es perentorio que el crecimiento futuro no esté tan concentrado, como antes de la recesión, en estos sectores y se base más en el aumento de la inversión, el número y tamaño de las empresas, en el I+D+i, en sectores más resistentes a la crisis y en aumentar la productividad de la economía con empleos más cualificados, mejores salarios y más garantías, favoreciendo la permanencia en el empleo y, con ello, la estabilidad en el flujo de rentas lo que impulsa el crecimiento económico.

El segundo motivo  de incertidumbre son las consecuencias del brexit británico, todavía en gran medida, desconocidas y muy condicionadas por las negociaciones de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, pero que ya ha llevado a los organismos internacionales a revisar a la baja las perspectivas de crecimiento de la economía internacional y de la española en particular. Así el gobierno de España plantea un crecimiento del PIB del 2,9% en el 2016 y de un escueto 2,3% para 2017. Sin duda que esta ralentización en el crecimiento no es el mejor escenario para anticipar un sólida recuperación del empleo en calidad y cantidad. 

Tercer elemento de incertidumbre, el ajuste presupuestario que han de realizar las administraciones públicas españolas, en los próximos dos años, como consecuencia de la irresponsabilidad del gobierno del PP. España ha salvado el bochorno de la multa de la Unión Europea por incumplir el objetivo de déficit. Ese incumplimiento tiene su origen, en gran medida, en la contrarreforma fiscal que con tintes electoralistas ejecutó el PP. La caída de la recaudación, que benefició sobremanera a las grandes corporaciones y a las rentas más altas, coincide con el desvío presupuestario. España salvó la multa, pero a costa de asumir nuevos recortes para los próximos años, sea quien sea quien gobierne el país. 

Trasladado a Cantabria, implica el cierre del prepuesto de 2016 en septiembre de este año y recortes presupuestarios en los próximos dos años del orden de 120-150 millones de euros. Es por ello que el sector público, desde la política meramente presupuestaria, tendrá limitado su papel como prestador de servicios básicos, creador de empleo de calidad, orientador de la iniciativa privada hacia proyectos estratégicos y facilitador de nuevos ámbitos de actividad económica. 

Como colofón, si el escenario se acerca al descrito, es más importante que nunca obtener el máximo rendimiento a instrumentos extrapresupuestarios de los que dispone el Gobierno Regional, como el ICAF  y SODERCAN, para impulsar la economía y el empleo. Ambos son estratégicos en estos momentos y el debate  sobre los mismos debería de ser como fortalecerlos para que cumplan su función de la manera más eficiente posible. Pues bien, mientras tanto Podemos, en un alarde de conexión con la realidad que supuestamente quiere transformar, disparando al pianista. Lamentable.


Ángel Agudo San Emeterio

Profesor Titular de Universidad

Área de Comercialización e Investigación de Mercados

Universidad de Cantabria

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Comentarios(2):

OI-103 - 19-08-2016

Increible!!!!! que pasó por ejemplo, con el asunto COMERCIO CANTABRIA?.

CMM - 18-08-2016

Acertado análisis el que hace Ángel Agudo y refleja la realidad de lo que ha ocurrido desde el 2008. El problema es la incertidumbre en que nos encontramos , que lo apunta ,que además de económica es política. Hay que tomar medidas importantes. Y esas medidas hay que explicarlas A la población. Ningún crecimiento puede ser total y beneficioso si no se explica. Y los políticos tienen que dar ejemplo. De los actuales presupuestos poco se puede conseguir para el crecimiento ni mucho menos para obtener salarios dignos cualificados Y en cuanto a instituciones públicas como el Icaf y Sodecan tienen que ser meras colaboradoras de la iniciativa privada no pueden liderar sino que tienen que ayudar y no embarcarse en operaciones empresariales que no es su cometido . Hay que dar la confianza necesaria desde la administración al mundo empresarial, les tiene que facilitar la eliminación de barreras administrativas Se habla mucho de ventanilla única pero todos sabemos que eso no es cierto