Noticias de Cantabria
06-09-2015 01:49

Insensibilidad, despropósito, despilfarro y corruptelas

El vial que comunica la autovía S 20, Avda. de la Constitución, con la rotonda de Los Castros, en la que confluye la prolongación de Camilo Alonso Vega quedará en el recuerdo de muchos santanderinos

El vial que comunica la autovía S 20, Avda. de la Constitución, con la rotonda de Los Castros, en la que confluye la prolongación de Camilo Alonso Vega quedará en el recuerdo de muchos santanderinos, al menos muchos de los que vivimos en Monte (distrito 12), como una obra, que al derribar su casa y destrozar la vida de nuestra vecina Amparo Pérez,  fruto de la insensibilidad de un Equipo de Gobierno Municipal que ha hecho caso omiso de las problemas y reivindicaciones de la ciudadanía.

Más allá de la falta de sensibilidad, esta obra se caracteriza, también, por el despropósito por no decir la estupidez. El flujo de vehículos que utiliza este vial es literalmente ridículo. Como vecino de Monte recorro habitualmente, en mis paseos diarios de mañana y tarde, la autovía y cruzo ese vial; soy, por tanto, un testigo directo de ese flujo de vehículos. No estoy en condiciones, como es lógico, de aportar datos fiables sobre el tráfico real de vehículos que circulan diariamente por el mismo y que espero que algún día, a petición de la oposición, se hagan públicos.  Solamente quiero dejar un dato: un día a las 20 horas y durante 5 minutos he contabilizado un paso de 18 vehículos, 12 de los cuales se dirigían, curiosamente, hacia el Sardinero y que, por tanto, podían haber utilizado perfectamente el puente Juan José Arenas existente.

Pero a la insensibilidad y el despropósito hay que añadir, además, desde mi punto de vista: el despilfarro y las corruptelas. Este vial es, en mi opinión, innecesario o, al menos, no prioritario. No aporta nada a los problemas estructurales del tráfico en nuestra ciudad. Ya anticipo, por si alguien se lo pregunta, que no soy ningún experto, tan solo manejo y aporto criterios desde la observación y el punto de vista del sentido común que, por cierto, pueden estar equivocados.

Más importante y prioritario que este vial hubiera sido, y en cualquier caso entiendo  que más pronto que tarde habrá que acometerla, la construcción de una rotonda en el cruce entre General Dávila y Camilo Alonso Vega –por cierto para cuando el cambio de nombre de estas y otras tantas calles de nuestra ciudad- que eviten la actual regulación de semáforos que afectan a la fluidez y agilidad del tráfico.

Estoy convencido, es una opinión muy personal que también puede estar equivocada, que la construcción del vial, como muchas otras obras de la ciudad, responden, más que a criterios técnicos y de eficacia, a intereses de empresas constructoras muy próximas al Partido Popular que gobierna esta ciudad desde la dictadura y entre las que destaca COPSESA propiedad del Exalcalde de Ramales con un amplio historial de sobrecostes, denuncias, cuestionamientos del Tribunal de Cuentas, … y, por cierto, adjudicataria del Polideportivo de Monte en el año 2009 y del que, a día de hoy, solo existe un agujero y unas vallas para tapar las vergüenzas del Ayuntamiento y el silencio de la Asociación de Vecinos del barrio.

¿Qué nos deparará el día que se puedan auditar las obras municipales realizadas en Santander en los últimos años?   


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