Noticias de Cantabria
08-05-2013 10:50

Un personaje con una larga historia aérea

Laureano Ruiz Liaño (Santander, 1924)

Es un personaje que tiene ya una larga historia aérea, después de haber pilotado medio centenar de aparatos distintos y durante casi 23.000 horas de vuelo; cercano a cumplir los 90 años, tiene una memoria prodigiosa y aún vuela habitualmente….

He conocido a Laureano como consecuencia de mis estudios sobre temas aéreos en Cantabria y él ha sido un gran protagonista en los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado, en las actividades aéreas ubicadas en La Albericia; después se fue a Murcia, lugar dónde aún vive, y sigue ligado al mundo aéreo.

Aunque nacido en el castizo barrio de Tetuán, la Guerra Civil le sorprendió en Muriedas a dónde habían ido a vivir sus padres y en este lugar vivió aventuras increíbles, máxime cuando su casa se convirtió en sede del mando italiano que conquistó la ciudad de Santander; él mismo estuvo escondido en el comedor de su casa y dónde se llevó a cabo la negociación del traspaso de poderes entre los italianos y el jefe militar republicano, el Sr.Puig.

Laureano se hace piloto a comienzos de la década de los años cuarenta y participa activamente en el entonces pujante ambiente aéreo que se respira en el aeródromo de La Albericia; allí se forman pilotos y él es instructor de vuelos, siendo pionero con otros en la construcción de aeroplanos e importante protagonista en la creación de la fábrica de avionetas Aero Difusión, de cuyos aparatos fue  piloto-probador; actualmente posee el nº 249 de Licencia Comercial de Avión.

El entonces joven Laureano era abierto y muy participativo, además de un gran emprendedor; fabricó su primer aparato en un piso del Paseo de Pereda y le trasladó a La Albericia en una Vespa, él en el asiento trasero y cogiendo el Autoplán por la cola. Fue a Francia, adquirió un Microplán, le reparó y le trajo a La Albericia volando, aunque tuvo que hacer un aterrizaje forzoso en la playa de Oriñón….

Más tarde, inició la fabricación de la primera avioneta Jodel en los bajos del Casino y, una vez terminada, la llevó volando a Madrid, para que el Ministerio del Aire se la homologara, lo que así sucedió; después se creó Aero Difusión y se construyeron muchas avionetas para los nacientes aero clubs y alguna llegó a venderse en el extranjero.

Pero Laureano no tenía límites; en una ocasión aterrizó en Andorra, sorteando en el aterrizaje y el despegue los altos picachos, aventura que llegó a los oídos del propio Franco, quién se interesó por ello.

En aquellos lejanos años, Laureano era lo que podría considerarse un “bon vivant” y viajaba, volaba, solía hacer las comidas en el afamado restaurante de La Vizcaína, dónde te tenían como si fuera un  hijo, pues no le cobraban. Durante algún tiempo, vivió en la antigua torre de control del aeródromo.

Laureano –Anín, para los amigos de aquella época- fue embajador de Cantabria y de Aero Difusión en muchos de los aero clubs que se fueron creando y adquiriendo las avionetas que se fabricaban en La Albericia, muchas de las cuales las trasladó el mismo, volando (después se solía volver en tren).

Pilotó el avión amateur  Druin Turbolent, con motor Volkswagen, construido por Aero Difusión en La Albericia y que fue fabricado para Santiago Fiochi y participa en festivales aéreos, como el organizado en el verano de 1953 en Vitoria (Álava), en homenaje a Don Heraclio Alfaro, con cuyo aeroplano G.P.-1 (Gil y Pozó), matrícula EC-ACY, participó. Ese mismo año, pilotando una Bücker Bü-131 Jungman, quedó en segundo lugar en la prueba de regularidad, tras el ganador que fue Luís Vicente Juez, de Huesca. Un año más tarde participa en el Festival Aéreo Internacional de Cuatro Vientos, obteniendo el trofeo del Director General de Aviación Civil, ya con  una Jodel D-112 EC-ALS. 

En 1954 se incorpora a la Empresa Aerotécnica, como piloto del Director General, Sr. Mérito y también trabaja como piloto agrícola en el aeródromo privado de San Jerónimo (Córdoba). En agosto de 1955 participa en el Festival Aéreo que se realizó en el Palacio de la Magdalena junto con el héroe de la Segunda Guerra Mundial, Constantino Cantacuceno, quien pilota una Bücker Jugmaster EC-AEX. Al año siguiente, participa en el Festival Aéreo que se celebró en La Coruña y dónde también participan Constantino Cantacuceno y Trino Torre Marín. Al año siguiente participa, en el Festival Aeronáutico, ganando el mismo y tripulando su  inseparable Jodel D-112, EC-ALS….

En 1958 participa en los festivales aéreos de Castellón, Alicante y en el Festival Aéreo del Aero Club “Cierva Codorniu”, con la Jodel D-119 y matrícula EC-APG, que se celebra en el aeródromo de Alcantarilla (Murcia).

En diciembre de 1958 vuela, como piloto en prácticas, en vuelos nocturnos entre Madrid y Barcelona, en los cuatrimotores Languedoc (EC-AGV y EC-ANP); fueron vuelos en pleno invierno y con grandes tormentas, lo que originó muchas anécdotas.

A comienzos de 1959 el Aero Club “Cierva Codorniu” de Murcia solicita a Aero Difusión sus servicios como instructor de vuelo, para desarrollar y promocionar los vuelos de su Escuela; allí se casó, formó una familia y allí continúa residiendo, hace ya más de medio siglo. 

En 1962 trabaja en la empresa de publicidad aérea ALPA de Bilbao (Vizcaya) y en 1964 consigue agrupar a varias personas con el diseñador y constructor de aviones Max Holste, para fundar una factoría aeronáutica en el aeródromo de La Rabasa (Alicante); ya tenían una cartera de opción de venta de un centenar de bimotores con destino a Asia, África y Sudamérica, pero las autoridades aeronáuticas españolas lo denegaron…

Su inquietud empresarial continuaba imparable y no podía ser en otro ámbito que el aéreo; en 1966 funda la Empresa de Trabajos Aéreos, Laureano Ruiz Liaño, “RUTA”, en Murcia, aún en plena actividad. En 1969 inicia vuelos agrícolas con la Empresa de Tratamientos Agrícolas BLESA de Córdoba. En 1975 asesora en los despegues y aterrizajes en la pista de tierra del aeródromo de Alcantarilla LERI (Murcia) del avión de turbina Falcon 10, matrícula F-BSON, del fabricante francés Marcel Dassault. En este mismo año participa en la constitución de la Comisión de Vuelo a Vela en España, como vocal de Murcia y junto a José Luís Aresti y meses después promociona y dirige la fundación de la Sección de V. S. M. de Murcia, de cuya Sección fue nombrado Jefe.

Aún todavía en 1998 realiza un curso de V. S. M., con exámenes teóricos y prácticos que aprueba holgadamente en Ocaña (Toledo) y en ese mismo año se le entrega el Diploma “C” de Plata nº 372…

Con la ilusión del primer día, Laureano Ruiz Liaño lleva casi siete décadas volando, 50 años impartiendo enseñanzas de vuelo, casi todos ellos como Instructor y jefe de Escuela; ha volado durante más de 23.000 horas en medio centenar de aviones diferentes y sigue íntimamente ligado al Aero Club “Cierva Codorniu” de Murcia.

¡Buen vuelo, Laureano!

 

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Comentarios(4):

topete - 26-05-2013

Laureano un fuerte y cariñosísimo abrazo en recuerdo de nuestra época en sondica 1962- 1966

M.J.Schneider - 26-03-2015

Tuve la suerte de conocer a Laureano en el aeroclub de Los Martínez del Puerto (Murcia). Volé con él en alguna ocasión. Es el mejor piloto que yo he conocido y una gran persona, sencilla afable y con un enorme don de gentes. Sus trabajos aéreos son de gran calidad. Destacaría de él, especialmente, su pericia y maestría en el pilotaje de cualquier aeronave y la sensación de confianza que transmite. Espero que siga volando muchos años más. En él la edad es un blasón de honor y un cúmulo de sabiduría y quienes le conocemos estamos muy orgullosos de haber podido relacionarnos con un personaje, sencillamente, legendario.

Pepe Granados - 14-09-2020

Gran profesional, gran instructor, gran persona y gran amigo. El me hizo piloto en el Aeroclub de Murcia, en la base aérea de Alcantarilla. Durante mi primer vuelo que realicé con el, antes del aterrizaje final, me anticipó que a las cuatro horas de vuelo me daría la suelta y así ocurrió. Cuando me dio la suelta en la Bucker, me anticipó que yo llegaría a volar reactores en el ejército, y así ocurrió, me enseñó acrobacia, y me enseñó a volar con cabeza, asombroso los conocimientos que desarrolló en la formación de pilotos. Un gran amigo y le tengo un gran aprecio y respeto.

Belchi - 02-05-2016

topete llevas toda la razon del mundo, solo sabemos eso quienes hemos vivido experiencias de vueloi con el, fue mi primer instructor, valiente decido y con un especial tacto para el vuelo, como el dice se vuela con el ojo y el culo. Laureano, estoy viviendo en inglaterra de ahi que no nos veamos en tanto tiempo, me acuerdo mucho de ti, y de nuestras anecdotas. cuidate. tu incondicional amigo. da recuerdos a tu familia. un abrazo. Belchi