Noticias de Cantabria
22-10-2012 13:55

¿Cataluña independiente? Por favor

Como no estamos suficientemente apaleados, como no necesitamos unión ciudadana y como no necesitamos estabilidad que genere confianza en Europa, ¿por qué no añadir más leña al fuego? Que Dios nos libre de dirigentes que busquen concordia y se centren en lo realmente trascendental ahora.

 Si se buscaba polémica, ésta acaba de venir servida en bandeja de plata: “Nuestro deber es españolizar a los niños catalanes”. Pum, bombazo. ¡Venga! Aún así, y aprovechando la ocasión, yo digo: ¡por fín! Señor Wert: es usted un prepotente y últimamente está sembrado, para qué vamos a negarlo. Pero sin que sirva de precedente y por primera vez desde que empezó su mandato de política políticamente incorrecta estoy con usted de acuerdo al 100%. Ya era hora de que alguien pusiera palabras a un sentir ahogado por los gritos independentistas de los nacionalismos más radicales.

            Alarmantes, preconstitucionales, coloniales, franquistas. Me parto de risa. Veámoslo desde el otro lado de la supuesta “frontera”: la ESPAÑOLA. En primer lugar, el ministro en ningún momento antepuso o sobrevaloró una lengua sobre la otra, si no que las equiparó. ¿Es esto ilegal en una región cuyos idiomas oficiales son el castellano y el catalán? Porque le pese a quien le pese a día de hoy Cataluña SÍ es España. Quizá me haya quedado sorda o tenía sueño acumulado, pero a menos que falten piezas de información que mi mala memoria haya querido volatilizar, eso entendí yo. Queréis respeto pero no sabéis escuchar.

            Los padres tienen derecho por ley a decidir el idioma en que quieren que estudien sus  hijos, lo cual ya no es sólo una cuestión de solidaridad sino también de democracia. El castellano es la lengua oficial del estado español y los españoles tienen el deber de conocerla y el DERECHO de usarla. El español (o castellano para evitar ofendidos por la identidad lingüística) se ha convertido en un idioma marginal, residual y penado en los colegios catalanes. Las libertades que les han sido dadas han servido para arrinconar al español en las escuelas y convertirle en objeto de burla y de castigo. La historia debe de ser la misma independientemente de en qué comunidad se haya estudiado. La manipulación de la información y el indiscutible lavado de cerebro coordinado y mezquinamente orquestado desde las altas esferas de la política local, han logrado crear un ejército de discípulos adoctrinados en la dictadura del odio y amamantados con la aversión hacia el concepto de nación única. En resumen, políticas educativas autoritarias propias de la peor de las dictaduras y consolidadas a través de estrategias discriminatorias en la que España es el enemigo a batir. Lo dicho, más franquistas que Franco.

            Nunca se debieron transferir Salud, Educación o Justicia a estas comunidades  para las cuales nada es nunca suficiente y siempre quieren más. La emancipación consentida por el gobierno central en estos tres pilares básicos es y ha sido una poderosa navaja de doble filo que convenientemente utilizada ha causado una herida mortal.  Y los nacionalistas catalanes, que no son tontos, lo han sabido siempre. Los tontos hemos sido nosotros que nos hemos vendido por cuatro votos que bien caros nos han salido. Así, es absolutamente intolerable, por ejemplo, que rotular un comercio en castellano esté penalizado en Cataluña siendo paradójicamente el castellano idioma oficial. 

            España no se va a quedar callada. Las dieciséis comunidades autónomas también tenemos algo que decir. Las dieciséis comunidades que restamos también estamos hartas de que Cataluña sea el ombligo del país y de que todo gire en torno a ella. Estamos indignados ante la obligatoriedad del gobierno central para con Cataluña y de que ésta raye en la casi prostitución política y económica. Y que mientras los catalanes hablen de solidaridad y compromisos, haya comunidades que se hundan en el abandono y se peleen por ver quien consigue más migas de entre la miseria que toca repartir. Porque España, guste o no, somos TODOS.

            ¿Queréis independencia? Iros. ¿Sois económicamente viables? De acuerdo. Pero ahora paraos a pensar un segundo en las consecuencias, de entre las cuales las comerciales son un elemento de peso. Aunque todavía no está del todo claro, Cataluña podría salir de la UE y del euro, teniendo que renegociar su entrada. Por otro lado están las empresas españolas que tendrían que mover sus sedes, como recientemente ha dicho grupo planeta en boca de su mayor accionista, Jose Manuel Lara. Cito literalmente: “No es que me vaya, es que me echan. Es incoherente que una editorial tenga su sede en un país extranjero que habla otro idioma”. Y por último están las consecuencias comerciales. Puede que no fuera así, pero me pregunto cuántos españoles (de los que nos consideramos como tal) dejarían de comprar productos catalanes en su particular manera de hacerles la guerra fría…

            “Hay que españolizar a los niños catalanes”. Todavía me pregunto como puede ser un insulto españolizar a niños que sí son españoles.

 

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Comentarios(1):

Dani - 16-10-2012

Lo que teneis que hacer es no meteros en nuestros planes de decidir para nosotros mismos y preocuparos de cómo os lo vais a hacer luego entre vosotros. En realidad será mejor para todos!