Noticias de Cantabria
Mundo 11-11-2018 08:30

El colectivo LGTBQ desaparece de los libros en Rusia por su "ley contra la propaganda homosexual"

La desaparición de un capítulo entero dedicado a la homosexualidad en un libro infantil en Rusia ha vuelto a poner de manifiesto las restricciones a las que se enfrenta este contenido por la llamada "ley contra la propaganda homosexual" en un país que hasta 1999 consideraba oficialmente las relaciones entre el mismo sexo una enfermedad mental.

   El libro, "Historias de buenas noches para chicas rebeldes", contenía en principio cien historias de destacadas mujeres. La edición final solo contenía 99 más una página en blanco para que las lectoras añadieran una última historia: la suya propia.

   La historia eliminada fue censurada por incumplir la mencionada ley, promulgada en 2013 contra la "propaganda de relaciones sexuales no tradicionales", según explicó la editorial al portal de noticias ruso Takie Dela.

   Esta ley es un esfuerzo del presidente del país, Vladimir Putin, para ganarse a su electorado principal, los cristianos ortodoxos. Esta normativa y otras más han provocado que Rusia sea uno de los países más hostiles para la comunidad gay de todo el continente europeo. Ocupa, de hecho, el puesto 45 de 49 en la clasificación de la ONG ILGA-Europe.

   No se trata de un caso único. La autora estadounidense de género fantástico Victoria Schwab descubrió el año pasado que la editorial rusa Rosman había censurado una trama entera de contenido homosexual en una de sus novelas. "Toda la trama homosexual fue eliminada sin permiso", denunció.

   Las editoriales no actúan por propia voluntad, dado que se exponen a una sanción si no restringen este contenido. Otra opción es declarar el libro "para mayores de 18 años" y envolverlo en papel celofán. "Y así, como lectora, no poder pasar las páginas para ver si me gusta el contenido", ha declarado la fundadora del grupo de apoyo a la comunidad LGBTQ Deti-404 Lena Klimova. Ella misma ha sido acusada de "diseminar propaganda gay".

   Klimova ha intentado todo, hasta autopublicarse, pero esta última es una opción también sujeta a fuertes restricciones. Para salvar estos obstáculos, ha acabado colgando ella misma los libros en la web. "ES muy importante que los adolescentes vean personajes como ellos. Así se dan cuenta de que no están solos. Así descubren que `existe gente como yo, y está bien ser uno mismo`", explica.

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